Por David Uriarte

 

Antes que el gobernador Quirino Ordaz se tomara la foto en la explanada del PRI estatal como evidencia del refrendo a su militancia tricolor, Aarón Irízar López, también refrendó su militancia y envió un mensaje en video acompañado del presidente del Comité Directivo Estatal, Jesús Valdés Palazuelos.

El político sinaloense partió de la siguiente reflexión, “el torero, torear quiere”, en referencia a que, “el político, hacer política quiere”, esto al intuir la pregunta obligada, ¿listo para el 2021?

Aarón Irízar hizo un breve recuento de las políticas públicas del presidente Andrés Manuel López Obrador, incluso se atrevió a pronosticar serios desordenes en materia de economía dentro de tres años.

En el tema de las refinerías, Aarón señala que en el mundo ya no se contemplan, que los organismos internacionales y los ambientalistas le apuestan a las energías limpias, que en algunos países de Europa los vehículos eléctricos o los impulsados por hidrógeno son la tendencia.

El ex senador de la República piensa que el asunto no es masificar la educación construyendo más universidades. El asunto es cambiar el modelo de enseñanza y migrar de una preparación para el empleo a una formación innovadora y creativa, cuya competitividad ubique a los egresados a la altura de los estudiantes de primer mundo.

También se refirió al proyecto del “Tren Maya”, dice que los expertos señalan cosas básicas, el sureste es una de las regiones más empobrecidas, con menos densidad de población, con índices de educación bajos, así, el transporte de personas y de carga no promete mucho.

Aarón Irízar dice sentirse y estar sano, a su edad, no usa lentes para ver de cerca o de lejos, se describe como un político sin padrino, acepta ser amigo de Francisco Labastida Ochoa.

A pesar de estar en receso y en espera de la siguiente oportunidad en el mundo de la política, recuerda los exabruptos para llegar a la Diputación Federal, y como los superó.

Con la intención de saber lo que piensa Aarón Irízar sobre Jesús Vizcarra, Jesús Aguilar Padilla, y Mario López Valdez; se lo pregunté, y su respuesta es realmente una confesión, pero el espacio para escribir se agotó.