Por David Uriarte /

Con cualquier pretexto, los aspirantes a la Presidencia de la República aparecen en escena, la oposición sigue en plena confrontación de ideas y consensos para ponerse de acuerdo sobre los liderazgos finales que habrán de contender, primero entre ellos mismos y después con el candidato o candidata del partido en el poder.

De manera abierta, para algunos descarados, el Secretario de Gobernación, el Canciller, y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se muestran cobijados o agarrados de la mano del líder de MORENA, Mario Delgado.

Por el mismo partido, pero alejado de los reflectores principales, las aspiraciones de Ricardo Monreal no mueren, sigue cultivando en todos los estados sus aliados para la contienda por si resultase electo por MORENA, o se va por la libre.

A pesar de los desencuentros entre el presidente López Obrador y el polémico Porfirio Muñoz Ledo, las cosas no han pasado a otro nivel, no han trascendido a la base electoral más densa que son los treinta millones de beneficiados con los programas sociales. Las diferencias entre el Presidente y Muñoz Ledo se quedan en los oídos y en los apuntes de analistas, académicos, historiadores, periodistas de las fuentes políticas, y uno que otro interesado en la política partidista o la historia de México.

MORENA y el Presidente primero quieren asegurar el Estado de México, ese es el mejor laboratorio para medir el pulso de las preferencias electorales de los mexicanos, después, las asambleas o encuestas para ratificar la voluntad colectiva de quien aparecerá en las boletas electorales del 2024.

Las ambiciones presidenciales se desataron desde hace meses, sin embargo, hasta hoy tienen permiso de muestrearse juntos: Adán Augusto, Marcelo, y Claudia, coordinados por su líder Mario Delgado, con la sombra persistente del senador Monreal.

Por los rumbos del bloque opositor la historia es la misma, la diferencia que pudiera fortalecer a la oposición es Movimiento Ciudadano, que al parecer insiste en ir solo.

A veces la diferencia en el triunfo es marginal, Calderón ganó las presidenciales con 260 mil votos, menos del 1%, si Movimiento Ciudadano representa el 5 ó el 8 por ciento de los votos, esto pudiera inclinar la balanza del triunfo de la oposición.

Lo más difícil es ponerse de acuerdo, si Dante Delgado jala por su lado y los demás igual, ya se sabe cuál es el partido que seguirá en el poder.