Por David Uriarte /

A 40 años de distancia, las cosas se ven diferente cuando de epidemias se trata, en 1981 aparecen los primeros casos del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), una infección causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), en aquel entonces, hablar del VIH era prácticamente hablar de la muerte, sin embargo, cuarenta años después, el examen para detectar el virus del SIDA es un examen de rutina cuando de procesos quirúrgicos se trata.

El 1 de diciembre es el día mundial de la lucha contra el SIDA, hace treinta años, la secretaría de salud invertía millones de pesos en la difusión de material educativo, ahora, solo es un programa más, la carga de miedo ha disminuido, los tratamientos son sumamente eficaces, y ya no representa una sentencia de muerte como ocurría en el siglo pasado.

Lo curioso por decirlo de alguna manera, es que, en menos de un año, los científicos elaboraron la vacuna contra el virus del Covid-19, y en 40 años no han podido hacer lo propio para el VIH, si bien es cierto las enfermedades virales no tienen tratamiento específico, la mayoría se pueden prevenir por medio de la vacuna.

La industria farmacéutica ha fortalecido sus ingresos con la elaboración y distribución a nivel mundial de las vacunas contra la pandemia que estamos superando, con el virus del SIDA, todo ha quedado en intentos.

En el siglo pasado se llegó a decir que la humanidad iba a desaparecer por la epidemia del VIH, la realidad fue otra, las persona aprendieron en gran medida a cuidarse, a conocer la fuente de infección y a desmitificar las ideas que satanizaban la orientación homosexual como la causa principal de la infección.

Hoy existen más personas infectadas con herpes genital o hepatitis C, que personas infectadas con VIH, eso no significa que debemos abandonar las medidas de protección, el intercambio de fluidos sigue siendo el mecanismo de contagio, por eso, se debe tener cuidado cuando se tengan relaciones eróticas con personas desconocidas, o incluso con personas conocidas que desconocen su estatus de salud sexual.

La infección por vía sanguínea prácticamente desapareció en los países como México donde se tiene un estricto control en los bancos de sangre, el intercambio de jeringas contaminadas y las relaciones sexuales desprotegidas son en la actualidad las principales fuentes de infección.

A seguir cuidándose.