La importancia del dinero es que nos sirve como instrumento que nos permite tener una calidad de vida digna. También es claro que además de buenas intenciones, el mito del amor como tal no resuelve ningún problema, excepto que permite mantener una esperanza en fuerzas sobrenaturales como una solución a todos los problemas existenciales.

“El poder del dinero y el poder del sexo se pueden resumir como las dos llaves que abren un mundo”.

Dinero y sexo se ha convertido en las dos variables que hay que saber manejar. Sin dinero usted se convierte en el último de la fila o, en el mejor de los casos, en el parásito de los de adelante. Sin una sexualidad funcional y responsable, usted se convierte en un fabricante de pobres, en un productor de hijos frustrados, y lo más impactante; en un modelo que “orgullosamente” repetirán sus hijos.

Dinero y sexo son los protagonistas de grandes tragedias, pero también son los pilares que sostienen la felicidad de muchos mortales.

Usted podrá pensar que lo que mueve a la humanidad es la búsqueda del poder, sin embargo, no olvide que sin dinero y sin el culto a la androcracia, el humano se siente vacío, y en esas condiciones nadie quiere el poder.

El país más poderoso del mundo, se ha ganado ese calificativo gracias a su poder económico, que le ha permitido avances tecnológicos, científicos y bélicos, que lo mantienen a la vanguardia. También, los escándalos de ese país están asociados al sexo; sino, pregúntenle al ex presidente Clinton, o a su amiga Mónica Lewinsqui.

El poder del dinero y el poder del sexo se pueden resumir como las dos llaves que abren un mundo de esperanzas, y ponen sobre la mesa de la vida un menú de placer y calidad.
Cuando estas dos llaves se pierden o no se encuentran, la vida se pasa entre las esperanzas y las buenas intenciones, que mantienen una pobreza disfrazada y una felicidad restringida.