Por David Uriarte /

El tiempo fue catalizando poco a poco las esperanzas de cientos de políticos que aspiran en realidad o en fantasía ocupar la silla presidencial.

Desde antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, políticos que se sienten con la talla suficiente para competir y ganar las elecciones presidenciales, han construido su plataforma de despegue, sin embargo, parece que los cimientos de muchas de ellas no resistirán los embates de la realidad política que se avecina.

Algunos románticos del activismo político piensan que sólo basta pertenecer a MORENA, como en su momento lo fue, otros piensan que basta estar en la oposición para lanzarse con todo y obtener el voto ciudadano; la verdad se cocina en la estufa de la oposición a fuego lento, tan lento como la ausencia del gas social, la otra verdad se cocina en la estufa multifuncional de AMLO, esta estufa acepta leña de cualquier predio.

El embudo del tiempo está dejando pasar a los mismos en MORENA, aquellos que levantaron la mano desde hace años, y aquellos que el presidente les levantó la mano, los primeros traen sus ahorritos acumulados en el tiempo, los segundos tienen padrino rico políticamente.

Por el lado de la oposición hay de todo, desde la ingenuidad hasta la complicidad, la ingenuidad de quienes siguen pensando en una democracia perfecta, y la complicidad de los que piensan que haciendo montón o utilizando las técnicas del pasado pueden posicionarse en la mente, simpatía y voto del pueblo.

A estas alturas del calendario electoral, excepto que el presidente tenga una carta marcada, dejará que los tres presidenciables se desgasten, es la prueba de fuego que enfrentan ante un maestro cuya experiencia es inobjetable.

Los huérfanos del padrinazgo real, mantienen un discurso aseado, siempre están pulcros para la foto y dispuestos a no contradecir al jefe, esperan que la cuerda de la suerte de sus contrincantes se rompa y la de ellos se fortalezca, eso depende realmente de un milagro.

Por los rumbos de la oposición, han avanzado mucho, por lo menos ya les queda claro que solos, su destino es una derrota predecible, están en la discusión final para ponerse de acuerdo y ponerle nombre y apellido al que sacrificarán en las urnas.

El tiempo consume esperanzas de políticos en el poder y de oposición, eso es lo de menos, lo importante es que no se consuma la esperanza del pueblo.