La Tierra ya no puede esperar más para frenar su destrucción y deterioro: el vertiginoso aumento del daño a la naturaleza va más allá de vaticinios catastróficos y apocalípticos sobre los desastres ecológicos presentes y que se avecinan en un futuro incierto, no es un delirio afirmar que la humanidad peligra y advertir sobre la extinción de especies animales y vegetales.

 

Polución apocalíptica y tragedia social

A pesar de la evidencia científica hay muchas personas que prefieren ver la polución como una fantasía ignorando la sombría realidad que nos rodea. Hay gobernantes que prefieren cerrar los ojos para no ver que nuestra casa arde en llamas con el calentamiento global, mientras la pérdida de los recursos naturales y los gases contaminantes generan el cambio climático que propicia sequías y tormentas que impactan en las naciones del mundo.

 

Tuve la oportunidad de presenciar al Mtro. José Antonio Quintero Contreras en su Conferencia Magistral “Cambio Climático: Causas, Efectos y Acciones”, abordando el tema con un lenguaje claro y de una forma tan amena, que permitió que el tiempo pasara desapercibido para los oyentes conformado por un público de todas las edades, atento y expectante. Al concluir, todos los asistentes salieron con una legítima preocupación por la salud del planeta.

“A medida que se va produciendo el calentamiento del planeta, cientos de millones de personas podrían padecer hambre, escasez de agua e inundaciones costeras y urbanas”, advirtió el expositor. “A consecuencia de este fenómeno México se ha vuelto más cálido desde la década de 1960”, comentó. “La degradación y agotamiento de recursos biológicos es creciente en todo el mundo”, señaló.

 

El maestro José Antonio Quintero Contreras, es actualmente secretario técnico de la Secretaria de Desarrollo Sustentable del Gobierno de Sinaloa, sin embargo, siempre se ha mantenido interesado y ocupado en el tema de la contaminación ambiental.

No hay plan B, porque no hay planeta B

El especialista destacó la importancia de enfrentar la contaminación y los diversos tipos de polución no sólo por el daño ambiental que causan sino por afectar la salud, sobre todo de las personas más vulnerables. Por lo que es fundamental coordinar esfuerzos entre los expertos en ciencias, legisladores y gobierno, por el bien común.

 

El pasado mes de abril se celebró la primera conferencia mundial organizada por Francia sobre el cambio climático y sus consecuencias en la salud humana con el propósito de buscar soluciones concretas de adaptación.

 

“Es un tema global que no se circunscribe a una región. Vivimos en un planeta. Es un ‘sistema cerrado’ en el cual interactúan diversos componentes, donde todos los elementos interactúan, la variación de un elemento afecta a otro: aire, agua líquida, gaseosa y sólida, suelos, océanos y vegetación”, comentó.

 

“Todos ellos interactúan manteniendo un equilibrio que permite la vida en la tierra, tal como la conocemos, con estabilización de gases en la atmósfera, nitrógeno 75%, Oxígeno 21%, Argón 0,9%, CO2 o dióxido de carbono 0,03%, Ozono y vapor de agua”.

 

El Maestro Quintero Contreras, expuso que la atmósfera es la que “protege” la vida en la Tierra de todo el sistema exterior, la capa de ozono absorbe la radiación solar ultravioleta, regula la temperatura entre noche y día y la temperatura planetaria media es de 15 ºC.

 

Los océanos grandes son las grandes masas de agua que cubren las 3/4 partes del planeta y es un regulador climático que permite la circulación general de la atmósfera, captura CO2 y produce O3 u Ozono troposférico, además de ser fuente de recursos biológico-alimentarios.

 

“La Tierra es nuestro único hogar”, advirtió parafraseando al octavo secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, “No hay plan B, porque no hay planeta B”.

 

El océano es el pulmón del mundo

El 75 por ciento de la superficie del planeta Tierra es el océano y el 25 por ciento restante lo forman los continentes y las islas. Son los océanos los pulmones del planeta, los productores de oxígeno.

 

La flora oceánica es la que provee el 90 por ciento del oxígeno existente en la atmósfera y el diez por ciento lo produce la flora continental o de la plataforma terrestre. Los océanos absorben enormes cantidades de dióxido de carbono. Sin embargo, este ciclo de vida podría ser alterado por la reducción del ozono en la atmósfera.

 

“Los ecosistemas son los motores productivos del planeta y nos proporcionan desde el agua y los alimentos que tomamos, hasta las fibras que usamos para vestirnos o producir papel o madera para la construcción. Casi todas las medidas que utilizamos para evaluar su salud nos dicen que cada vez extraemos más y más de ellos, degradándolos a un ritmo acelerado”, advirtió.

El legado oscuro de la Revolución Industrial: un hito en la contaminación urbana

La Revolución Industrial del siglo XIX generó grandes cambios sociales y económicos pero esta transformación vino aparejada de problemas ambientales que son la principal causa, hasta nuestros días, del fenómeno del cambio climático. “La contaminación comenzó a ser vista como símbolo de desarrollo”, dijo Quintero Contreras.

 

Desde entonces, el planeta ha aumentado 0,85° la temperatura promedio. El motor de vapor revolucionó la industria y su combustible principal era el carbón y a partir de ahí, el exceso de contaminación produjo gases efecto invernadero (principalmente CO2), debilitando la capa de ozono –que filtra la radiación solar-, con deforestación indiscriminada; contaminación en el mar, un exceso de población que necesita alimentación e industrialización sin estándares ambientales.

 

Aclaró que la Tierra siempre ha tenido “cambios climáticos”, procesos de calentamiento y enfriamiento de manera natural, pero las especies y los ecosistemas tienen una capacidad natural de adaptarse a estos cambios a través de diversos mecanismos evolutivos, porque se han producido sin la influencia humana.

Especies en peligro de extinción por el cambio climático

“El cambio climático incidirá sobre aspectos básicos de la vida humana en distintas partes del mundo: acceso a suministro de agua, producción de alimentos, salud y medio ambiente. A medida que se va produciendo el calentamiento del planeta, cientos de millones de personas podrían padecer hambre, escasez de agua e inundaciones costeras”, señaló.

 

“Los expertos sostienen que estamos a tiempo de frenar el calentamiento global, pero para alcanzar esta meta se deben reducir drásticamente las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), si se quiere mantener el alza de la temperatura en el límite entre 2 y 4 ºC. Para estabilizar las emisiones de CO2 y otros gases será necesario que las actuales emisiones se reduzcan entre 50 y 85% para el 2050”, dijo.

 

“Hoy, el nivel se sitúa en torno a 445 partículas de CO2 por millón y, según los expertos, impedir que aumente podría frenar el alza de la temperatura en 2ºC. No obstante, Estados Unidos se salió y China no participa en el Acuerdo de París”, lamentó.

 

Algunas evaluaciones estiman que para fines del siglo el cambio climático será la causa principal de la pérdida de biodiversidad, es decir, entre el 10 y el 30 por ciento de las especies de todo el mundo desaparecerán si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan creciendo como hasta ahora y se elevan las temperaturas entre uno y tres grados, presentándose también una transformación de los ecosistemas globales y en el 50 por ciento de la tundra, quedando también grandes territorios bajo el hielo.

 

Entre 0,5-1,5°C aumenta la extinción de anfibios de montaña, incremento del blanqueamiento de la barrera de coral, pérdida de hábitat del 8% de peces de agua dulce en América del Norte. Entre 1,5-2,5°C, peligro de extinción entre el 9 y 31% de las especies, pérdida del 47% de la selva de Queensland, gran pérdida de la selva Amazónica y su biodiversidad. Entre 2,5-3,5°C, transformación del 16% de los ecosistemas globales, 50% de perdida de la tundra, extinción del 21 al 52% de las especies del planeta, extinción de los corales.

Sombría y desoladora crónica futurista en México

En México, más de la mitad de los estados registran cada año temperaturas superiores a los 40 grados a partir de mayo y los rayos ultravioleta han llegado a niveles extremos en la Ciudad de México. Las temperaturas aumentan generando sequía, desertificación y otros fenómenos hidrometeorológicos. Los huracanes e inundaciones han causado destrucción y muerte.

 

El Maestro José Antonio Quintero Contreras señaló que de acuerdo con los estudios más recientes elaborados para México, el país se ha vuelto más cálido desde la década de 1960 y las temperaturas promedio a nivel nacional aumentaron 0.85º C y las temperaturas invernales 1.3ºC.

 

Los días más frescos se han reducido desde hace medio siglo y hay noches cálidas. Las lluvias han disminuido en la porción sureste desde entonces. Los diversos modelos matemáticos que se han generado coinciden que la temperatura en México aumentará 4°C en la zona fronteriza con Estados Unidos, y se estima que el resto del país aumentará entre 2.5 y 3.5°C.

 

En cuanto a la precipitación (lluvia) se espera que disminuya en promedio entre un 5 y 10% anual, aseveró el especialista. En el sector hídrico, la proyección del escenario es apocalíptica ya que la mayor parte de México se volverá más seca y las sequías se tornarán más frecuentes, con el consecuente aumento de demanda de agua particularmente en el norte del país y en las zonas urbanas.

 

Por otro lado, habrá regiones donde la precipitación podría ser más intensa y frecuente provocando un aumento en el riesgo de inundaciones para alrededor de dos millones de personas que en la actualidad se encuentran en situación de moderada a alta vulnerabilidad, ante las inundaciones, y quienes residen en localidades menores a 5,000 habitantes, ubicadas principalmente en la parte baja de las cuencas, sumado al riesgo de deslizamientos de laderas a causa de la lluvia.

 

En el ámbito costero, se espera que el aumento del nivel del mar constituya un peligro para los sectores residencial y de infraestructura asentados en zonas costeras. Asimismo, los sectores hídrico y agrícola podrían verse afectados por efecto de la intrusión salina.

Quintero Contreras subrayó que en el campo de las tormentas y el clima severo ya existe un consenso sobre la intensidad de los ciclones en el noroeste del pacífico y en el Atlántico Norte. No obstante, las incertidumbres en cuanto a los cambios y la intensidad complican estimar sus impactos para México, se prevé que, a mayor número e intensidad de tormentas, los impactos podrían tener mayores consecuencias sociales y económicas importantes.

 

En lo que se refiere a los ecosistemas y la biodiversidad, en ecosistemas terrestres un ejemplo es la posible reducción del área cubierta de bosques de coníferas, especies de zonas áridas, semiáridas y especies forestales de zonas templadas.

 

En el caso de los océanos, un aumento en la temperatura puede ocasionar un colapso demográfico en las poblaciones marinas, ocasionando baja productividad para las pesquerías.

 

Para el caso de mamíferos terrestres y voladores se proyecta al 2050, una reducción de cerca de la mitad de las especies estudiadas perdiendo más del ochenta por ciento de su rango de distribución histórica.

 

En infraestructura estratégica, es importante fortalecer la investigación sobre el impacto del cambio climático en infraestructura turística, portuaria, de energía, comunicaciones y transportes, la cual puede verse afectada por el aumento en número e intensidad de ciclones tropicales y mareas de tormenta más intensas.

 

Plan Estatal de Cambio Climático de Sinaloa (PECCSIN)

Es urgente la planificación Territorial: “¿Construiremos donde podríamos ser afectados por fenómenos naturales nuevamente?”, cuestionó.

 

Acusó que existe falta de planificación urbana pues no se debe construir en zonas de riesgo hídrico y sin embargo se hace. Hay muchas acciones que deben implementarse como promover la forestación con especies endémicas, promover la agricultura sustentable, promover la educación ambiental y el cuidado del agua, el suelo y los bosques, entre otros aspectos.

 

“En Sinaloa, se tienen instrumentos para estos propósitos que se operan desde la Secretaria de Desarrollo Sustentable, como lo es el Plan Estatal de Cambio Climático de Sinaloa (PECCSIN). Cuyo objetivo general es reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y la vulnerabilidad, así como incrementar la resiliencia del Estado de Sinaloa, mediante la implementación de medidas y acciones de adaptación y mitigación que el Gobierno de Sinaloa, que junto con la sociedad en general, emprenderá en materia de cambio climático”, destacó.

 

“En la agricultura –apuntó-, por los efectos del cambio climático, se espera una disminución de la productividad del maíz para la década de 2050, lo que se aúna al problema actual del 25 por ciento de las unidades de producción con perdida de fertilidad de suelos. Existe cierta evidencia de que la mayoría de los cultivos resultarán menos adecuados para la producción en México hacia 2030, empeorando esta situación para finales del presente siglo.

Para saber:

El Mtro. José Antonio Quintero Contreras es Ingeniero y abogado con maestría en Gestión y Política Pública. Con posgrado de especialización en Liderazgo en Mercado Político y Gestión Pública de la Universidad Carlos III de Madrid, España.

Especialista en gerencia política, comunicación política, y estrategias para campañas políticas en la Escuela de Graduados de Gerencia Política de la George Washington University en Washington, D.C.

Recién culminó en abril un curso sobre la industria del petróleo y el gas, sus operaciones y mercados, en Duke University. Y realiza el Doctorado en Economía en la Universidad de Baja California.

Ha sido secretario técnico de la Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado de la República, director general del Organismo de Cuenca Pacifico Norte de CONAGUA del Gobierno de la República y actualmente es secretario técnico de la Secretaria de Desarrollo Sustentable del Gobierno de Sinaloa.