Por David Uriarte /

Para muchos el trece es cabalístico, para otros simplemente es un número, y para el presidente Andrés Manuel López Obrador, el trece de noviembre es el día de su nacimiento.

Como el domingo 13 de noviembre coincidió con el 69 aniversario del Presidente y es un día feriado, parte de la sociedad aprovechó para manifestar sus inquietudes alrededor de un tema que desde hace meses se viene manejando por parte del Presidente: la reforma o modificación del INE, tanto en su nombre como en su distribución, operación y alcance.

Con el lema “El INE no se toca”, en gran parte de la república la sociedad salió a las calles, depende los intereses de quien describe las marchas, unos hablan de un éxito, otros no tanto, lo cierto es la manifestación de muchos mexicanos en contra de la iniciativa oficialista.

Lo único que puede sacar de la comodidad familiar y dominguera a una sociedad, es la conciencia y la convicción de sus ideales, y esto es lo que pasó el día de ayer.

Niños, personas con ciertas discapacidades motrices, hombres y mujeres de todas las edades, activistas, y simpatizantes de ciertos partidos políticos identificados por sus camisetas o por su popularidad, gritaron consignas, pero primero se entonó el himno nacional como parte de un protocolo, previo a la intervención de los oradores.

En la ciudad de Culiacán se observó la presencia de empresarios, comerciantes, líderes sociales y ciudadanos que de manera puntual llegaron a La Lomita para iniciar el recorrido y llegar a las 10:15 de la mañana a Catedral.

Para algunos fueron muchos los asistentes, paro otros pocos, el registro fotográfico demuestra que la concentración abarcó en promedio cien metros donde los participantes se aglutinaron frente a Catedral, diferente a la marcha donde ésta se extendió por más de cuatro cuadras, de hecho, cuando llegó la camioneta insignia que traía el sonido, la fila se extendía hasta el boulevard Madero.

De cualquier manera y al margen de dogmatismos, esta muestra de ciudadanía comprometida con ideas, valores o creencias demuestra una madurez de conciencia, una gota de participación social para no quedarse en el discurso del lamento.

Para los estudiosos de la conducta social y el comportamiento político de las masas, la suma de voluntades es un indicador de simpatía o animadversión, cualquiera que sea el caso, es muestra de unidad y conciencia.