Por David Uriarte /

En el cristianismo, la señal de la cruz incluye un rezo mental o verbal: en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo.

En la religión y la ciencia, el padre tiene un espacio reservado, desde lo espiritual a lo tangible, es el espacio donde retoza la definición de padre y el concepto de paternidad.

Desde la biología se puede entender la transmisión de la carga genética paterna, y desde la reproducción la competencia cromosómica por mantener el equilibrio de la especie humana.

La fecundación es la ‘chispa divina’ de la paternidad, el nacimiento, la evidencia de la naturaleza biológica de la misma, y la crianza, la vocación de padre.

La fecundación puede ser un accidente biológico, el sentimiento de paternidad representa la vocación de la crianza, por eso, la paternidad no se compra, se siente.

Entre la presencia y la ausencia de la figura paterna, existen circunstancias propias de la vida en pareja… Desde la paternidad producto de la borrachera de la vida de uno de los padres o de ambos, hasta la paternidad producto del deseo vehemente de tener entre tus manos al producto del amor.

No se trata de cuentos de hadas o de princesas y sapos, se trata de la vocación propia del hombre donde se mezclan la herencia y la biología; hay paternidades descafeinadas, hay paternidades irresponsables, paternidades extintas o ausentes, y paternidades florecientes.

Una cosa es aprender a sentir y cargar al hijo, y otra muy diferente es disfrutar al hijo desde la concepción fantasiosa de ser padre, hasta el desvelo propio que se convierte en un masoquismo terapéutico y reconfortante para una paternidad plena.

El apego que un padre experimenta con sus hijos, depende de la neurohormona llamada vasopresina, y de otra hormona llamada prolactina. Por eso, las paternidades de los padres cuyos niveles de estas hormonas están bajas, son paternidades desapegadas, sin que desapego signifique falta de amor a los hijos o la pareja.

La ausencia física del padre no extingue la paternidad biológica, pero la paternidad afectiva puede sustituir a la paternidad biológica. A veces, el significado del padre es la pieza que les falta a los hijos para su plenitud.