Por David Uriarte

  

Cuando la fecundación decide el destino biológico, no hay poder humano que lo cambie, es decir, cuando se fecunda un síndrome de Down, va a ser síndrome de Down hasta la muerte.

En la política, cuando las decisiones se toman, hay una temporalidad, hay un tiempo donde prácticamente nada se puede hacer excepto soportar las consecuencias de la decisión.

Muchos son los exgobernadores que hoy se arrepienten de haber decidido a su sucesor, igual expresidentes, igual votantes que hoy están arrepentidos por su decisión, sin embargo, ya no hay reversa, ya no se puede hacer nada; es lo que tenemos y punto.

El malestar de las decisiones equivocadas en política rebasa el periodo por el cual fueron electos los entonces candidatos, el malestar y las consecuencias de la equivocación pueden perdurar toda la vida.

Puede haber muchas críticas a los poderes, pero esos son los jueces que tenemos, los magistrados con los que contamos, los ministros que nos “protegen”. Lo mismo en el poder legislativo: esos son los senadores y diputados que nos representan, si están limitados en la formación académica o sesgados por sus creencias; eso es lo que tenemos.

Al poder ejecutivo le pasa lo mismo, por más críticas o aplausos al Presidente y su gabinete; eso es lo que tenemos. Los gobernados tienen dos opciones: o disfrutan lo que tienen, o sufren con lo que tienen. Los que disfrutan lo que tienen andan como niño con juguete nuevo; los que sufren o padecen con lo que hay, andan con la frustración en la sangre, intoxicados por una realidad que no procesan y menos aceptan, por eso sufren.

La diferencia entre la condición genética que no cambia y la condición política, es la temporalidad… los genes sólo tienen una expresión, la política muchas; los genes son para toda la vida, la política es cíclica, democrática, participativa, pero sobre todo temporal, se parece a la niñez o la adolescencia, se acaba con el tiempo para dar paso a otra etapa.

Nada es para siempre, esto aplica a muchas condiciones del humano y la humanidad, lo que tenemos hoy no será para siempre, como no fue para siempre lo que tuvimos antes.