El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó este martes prohibir las importaciones de petróleo y otros productos de energía rusos, intensificando una campaña de presión sobre Moscú en represalia por la invasión a Ucrania.

El embargo se decidió “en estrecha coordinación” con aliados, declaró Biden desde la Casa Blanca.

El mandatario estadunidense aseguró que Rusia nunca podrá controlar toda Ucrania y prometió que la guerra “nunca será una victoria” para el presidente Vladimir Putin.

Rusia puede seguir avanzando a un precio horrible, pero esto ya está claro: Ucrania nunca será una victoria para Putin”, afirmó.

Putin puede ser capaz de tomar una ciudad, pero nunca podrá controlar el país”, agregó Biden.

Estados Unidos es un exportador neto de energía, es decir que produce más petróleo y gas del que consume, recordó.

Seguimos unidos en nuestra intención de mantener una presión creciente sobre Putin y su maquinaria de guerra”, agregó el jefe de Estado estadunidense.

El petróleo ruso representa solo el 8% de las importaciones estadunidenses y el 4% del consumo de productos derivados del petróleo en Estados Unidos, que no importa gas ruso.

En simultáneo, el Reino Unido anunció que cesará de importar petróleo y derivados petrolíferos rusos a fines de 2022.

Esta transición dará al mercado, a las empresas y a las cadenas de suministro tiempo más que suficiente para sustituir las importaciones rusas, que representan el 8% de la demanda del Reino Unido”, tuiteó el ministro británico de Empresas y Energía, Kwasi Kwarteng.

Por el momento, el resto de Europa se niega a decretar un embargo sobre estas importaciones rusas, que cubren el 40% de sus necesidades de gas natural y el 30% de petróleo.