En relación a un tema por demás importante; las fantasías forman parte de la definición conceptual de la sexualidad humana. Los expertos han coincidido en definir a la sexualidad como una dimensión fundamental del hecho de ser humano. Basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción.

Se experimenta o se expresa en forma de pensamiento, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos, o espirituales.

Es importante reconocer que las fantasías de los hombres se circunscriben más a lo erótico, mientras las fantasías de las mujeres más a lo afectivo

Como vemos, la sexualidad se puede expresar en forma de fantasía, ¿Pero qué es una fantasía sexual? Es un pensamiento que se construye con ideas no realizadas, aún en el terreno erótico afectivo.

Es importante reconocer que las fantasías de los hombres se circunscriben más a lo erótico, mientras las fantasías de las mujeres más a lo afectivo.

Un hombre fantasea con llevarse a la cama a la vecina, a una actriz, con tener contacto íntimo con dos o más mujeres o parejas a la vez. Una mujer fantasea con sentirse amada, querida, respetada, atendida, protegida, segura, y eventualmente con sentirse objeto de

satisfacción sexual de otro o de otros.

La sexualidad se expresa en forma de pensamientos. Pensar en cómo puede mejorar la relación o cómo sería la relación con otra pareja, es forma recurrente en una mente ansiosa por sentirse bien o mejor. La sexualidad también es deseo. Una cosa es pensar y otra desear, en el deseo existe una necesidad hambrienta. En el deseo puede subsistir la experiencia, es cuando la persona ha experimentado sensaciones o estados de ánimo que quiere volver a sentir.

Las creencias como parte de la expresión sexual pueden limitar o promover una sexualidad sana. El placer es una sensación subjetiva que cada humano construye a pesar de la presencia o ausencia de los demás. Por eso, no siempre lo que se cree o se piensa es cierto, sin embargo, si la persona no toma consciencia de ello no puede  aprender y mucho menos cambiar.

La respuesta sexual humana puede ser evocada a través de la vista, el olfato, el tacto, el gusto, el oído, el recuerdo o las fantasías. No es lo mismo el recuerdo que las fantasías. Mientras en el recuerdo existe una experiencia previa, en la fantasía existe una construcción mental que puede o no realizarse. Hay personas que la única forma de excitarse o tener un desempeño sexual satisfactorio es a través del recuerdo. Sin embargo, los recuerdos sexuales satisfactorios no siempre se refieren a la pareja con la que se convive.

La salud mental y la salud sexual van de la mano. Una persona sana mentalmente, entiende que la fantasía solo es eso. Una persona sana sexualmente no experimenta culpa al invocar cualquier fantasía.