Por David Uriarte /

Desde el jueves, un día antes de la llegada del presidente López Obrador, el gobierno de Sinaloa y la clase política, preparaban los escenarios para tal distinción, pensaban muchas cosas, como siempre, lo impensable sucedió.

Por un lado, el blindaje en el acceso a la “Mañanera” en la Novena Zona Militar, la rigidez en los criterios de acceso alcanzó al Presidente Municipal de Culiacán, eso generó muchas lecturas, desde la voluntad de quien o quienes hicieron la relación de personas autorizadas para estar en la conferencia, hasta la especulación de que AMLO no quería verlo, como sí quiso ver al “Químico” Benítez en la supervisión de la presa.

La caída del avión de la presidenta municipal de Tepic, durante gira de trabajo este sábado 28 de mayo, Geraldine Ponce, al sufrir un accidente aéreo del cual logró sobrevivir junto al personal que la acompañaba, fue tendencia en Twitter; se le asocia con una cercanía estrecha con AMLO.

Los anuncios y el convenio firmado para la federalización de los servicios de salud, también marco más que tendencia… inquietud en los trabajadores del sector Salud que aspiran a una plaza definitiva, y a una sociedad que ve en el convenio, la esperanza de tener médicos, medicinas, equipos e infraestructura, que resuelva de una vez por todas las carencias del sector.

Mientras el Presidente se trasladaba en helicóptero a la confluencia de los tres estados: Chihuahua, Durango y Sinaloa, los representantes de los medios de comunicación lo hicieron vía terrestres, cerca de Bacacoragua, Badiraguato, antes de llegar a Huixiopa, fueron interceptados por un comando fuertemente armado; sólo los revisaron, se aseguraron que no portaran armas, y los dejaron seguir su camino. La captura de estas imágenes inquietantes, dieron pie a preguntas especificas al presidente López Obrador… el presidente cerro su contestación diciendo que él no es Felipe Calderón, de paso aceptó la presencia de estos grupos en otros estados de la República.

Por unas horas la capital estuvo blindada, la presencia del Presidente, los secretarios de la Defensa y Marina Armada de México, mantuvieron un cerco de seguridad en dos hoteles de la ciudad.

Caso especial fue la presencia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; todo indica que trajo la receta para aliviar de una vez por todas los malestares relativos al juicio político.