David Uriarte /

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define enfermedad como la alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible.

Si aplicamos la definición a lo que está pasando en el legendario Hospital Civil de Culiacán, veremos que hay alteraciones funcionales significativas, la función o el objetivo se empieza a perder derivado de las inconformidades de la clase trabajadora sindicalizada.

Ayer miércoles, se manifestaron y pretenden endurecer su postura si no se cumplen las demandas que vienen planteando desde hace años, si bien es cierto que hay cosas difíciles de cumplir en la inmediatez, también es cierto que los gobiernos anteriores dejaron correr o alargar los tiempos de respuesta y hoy los trabajadores ya no aguantan más.

El Hospital Civil cuenta con dos sindicatos, uno aglutina 650 trabajadores y el otro 150, los 800 trabajadores están en guardia, alertas, reclaman una serie de peticiones cuyas respuestas se postergan a tal grado que ya no aguantan más.

La capacidad de negociación por parte de las autoridades del hospital al parecer está agotada, se cobijan en la lógica de que ellos no son los que resuelven, sin embrago, sí son los que pueden allanar el camino para evitar que la sociedad vea afectados los servicios de salud, la imagen de un hospital debe ser de pulcritud en todos los sentidos, la vocación de servicio se demuestra en la capacidad de negociación para lograr la conciliación y no el enfrentamiento.

El gobernador no puede estar en todo, el confía en la capacidad administrativa y técnica, pero sobre todo en el liderazgo conciliador de las autoridades directivas.

Hay que recordar que el Hospital Civil de Culiacán es una especie de Hospital Universitario, se conjugan la fuerza académica por ser un hospital escuela, y la fuerza administrativa laboral por ser dependencia subsidiada por el estado.

Son muchos los avances que ha tenido en los últimos 20 años el Hospital Civil, también son muchos los directivos que no han podido conciliar los intereses del recurso humano.

El Hospital Civil debe permanecer sano, debe mantener la transparencia con el compromiso universitario, la transparencia con los recursos públicos, y la armonía con sus trabajadores.