Como en unas mil páginas podríamos escribir parte del currículo del insigne médico sinaloense Jesús Kumate Rodríguez, sin embargo, hay cosas que no se conocen, no se dicen o no se recuerdan del Dr. Kumate… ¿Cómo qué? Como su postura ideológica en relación con la legalización de la mariguana.

En 2009, el doctor Kumate, siendo presidente del Patronato Nacional de los Centros de Integración Juvenil A.C., escribe la presentación del libro “Legalización de la mariguana”.

El doctor Kumate afirma en la parte final de su presentación “A partir de la experiencia que Centros de Integración Juvenil ha adquirido en 40 años dedicados a la prevención, el tratamiento y la investigación del consumo de sustancias psicoactivas, estamos convencidos que la legalización de la mariguana no constituye la solución al narcotráfico o una condición que brinde estrategias efectivas para eliminar o disminuir los problemas de salud, violencia e inseguridad pública”.

Al ser una postura emanada del reconocido médico y científico, pocos se animaron a refutar ni siquiera un párrafo de su idea. Hoy, a diez años de su postura y a un año de su muerte, las cosas en México y en el mundo han cambiado y han dado un giro espectacular en lo relativo al uso de la mariguana. Especialmente al uso del aceite de cáñamo “cannabidiol” o CBD, como se le conoce en el mercado de la farmacología y el tratamiento de múltiples enfermedades de todo tipo, especialmente las del sistema nervioso central.

Hoy, las experiencias clínicas de médicos neurólogos y especialistas en medicina alternativa, están demostrando los beneficios del CBD en pacientes desahuciados por los tratamientos tradicionales.

Sin embargo, no bastan las bondades y evidencias clínicas de miles de enfermos que hoy en día, con el uso del aceite de CBD dicen sentirse mejor al no tener las convulsiones, dolores, o sufrimientos crónicos que soportaron por años, se necesita una educación basada en información con evidencia científica, que logre superar las barreras de los mitos y la ignorancia tanto de los profesionales de la salud como de la población en general, especialmente los enfermos. La ciencia es la luz en la oscuridad de la ignorancia.