Por David Uriarte Gastélum /

 

Desde que nacen. No se alarmen, esta respuesta lleva una intención. La intención de mover la conciencia de muchos padres que piensan hablar de sexualidad con los hijos cuando ya están grandes, y también la conciencia de aquellos que intentan hablar de sexualidad cuando los hijos están pequeños.

A los hijos hay que enseñarles de sexualidad desde que nacen. Lo primero es saber lo relativo a la sexualidad, es decir, no es lo mismo hablar de sexo que hablar de sexualidad.

Primero, es importante aclarar que la sexualidad implica el género, la identidad de género, la identidad sexual, la orientación sexual, la vinculación afectiva interpersonal, el enamoramiento, el amor, la fidelidad, la infidelidad, el desamor, la reproductividad, la reproducción biológica, la reproducción de valores y creencias, el erotismo y sus implicaciones como el autoerotismo o la masturbación, el deseo, la excitación, el placer sexual, las relaciones sexuales y muchas cosas más.

Hablar de sexualidad con los hijos es como hablar de matemáticas. Usted no le habla de ecuaciones o de cálculo a un niño de dos años, pero si le puede enseñar a contar o a decir palabras que tengan que ver con los números. Poco a poco, los padres van aumentando el grado de dificultad de todo aquello que le enseñan a sus hijos, lo mismo pasa con el tema de la sexualidad.

A un niño recién nacido, lo que hay que enseñarle es el lenguaje del afecto, los niños menores de un año deben de ver las muestras de afecto que se prodigan sus padres, deben escuchar un lenguaje aterciopelado entre sus progenitores, deben sentir la calidez del trato y eso es sexualidad.

Un niño de dos o tres años debe ir aprendiendo poco a poco a conocer su cuerpo en general y sus genitales en particular. El niño debe aprender los nombres de las partes de su cuerpo, incluyendo sus genitales. Los niños deben saber que el pene se llama pene y que la vulva se llama vulva. 

Cuando se habla de sexualidad es como cuando se habla de cualquier otra materia, llámese biología o química; si no se sabe, solo se dirán supuestos o creencias. Si los padres desconocen de sexualidad, no basta la buena intención o el amor a los hijos; lo que necesitan es saber de sexualidad y dejar de suponer. Ser un padre es mucho más que tener un hijo, ser padre significa darse cuenta que hay decenas de temas que no se conocen y otros que no se dominan. 

Así que si, la edad ideal es desde que nacen.