Por David Uriarte     

Todas las respuestas humanas dependen del cerebro, esto no es ninguna novedad, la novedad consiste en saber que la parte del cerebro dedicada a la planeación, el razonamiento, la resolución de problemas, la atención, la metacognición y la cognición social, están o dependen de la corteza prefrontal, la parte más evolucionada del cerebro.

No es casualidad que la persistencia de AMLO para lograr sus objetivos diera resultados a largo plazo, producto de la planeación y la cognición social.

El desespero, los arrebatos, la imprudencia, el trastorno del juicio, las acciones impulsivas, y la incapacidad para conectar con la razón de la mayoría, son producto de una corteza prefrontal dañada o enferma.

Las personas que van por la vida sin ese freno impulsivo, igual que los políticos de “mecha corta”, terminan frustrados y generalmente abandonan sus objetivos o quedan en el camino de la competencia.

AMLO inició su licha por llegar a la silla presidencial, tal vez desde que estuvo en las filas del PRI, podrá ser criticado por muchos, sin embargo, las cosas se miden por resultados, y el resultado de su estrategia y persistencia es la Presidencia de la República, les guste o no les guste a muchos incluyendo a los partidos de oposición quienes deberían estudiar su modelo de liderazgo y rescatar las técnicas y estrategias políticas del hoy presidente de México.

Muchas son las voces críticas tanto de la oposición como al interior de MORENA, también de aquellos que votaron por AMLO y ahora dicen estar arrepentidos, sin embargo, las encuestas mantienen un grado de aprobación y aceptación a la gestión de AMLO arriba del sesenta por ciento, este es el dato duro, el indicador de sus resultados a presar de la rudeza de las críticas.

La oposición y los opositores se lanzan en su contra evidenciando más que razones, emociones descontroladas, si no controlan sus emociones no podrán ser empáticos con la sociedad que aplaude y ve al presidente como un ídolo, con una fervorosa devoción a sus palabras y hechos, con un dogmatismo impermeable a cualquier razonamiento que sea en su contra.

La oposición y los opositores al régimen obradorista tienen mucho que aprender de la estrategia de AMLO, si logran empatizar con la sociedad en general y con los que tienen credencial de elector, serán una verdadera oposición con un pronóstico mejor que el que tienen hasta hoy.