El presidente de EE.UU. le ha dado un plazo de 90 días a sus funcionarios para reformar el sistema migratorio que tiene “colpasada” la frontera con México

Los esfuerzos frustrados del presidente Donald Trump por encontrar una salida a la creciente ola migratoria en la frontera con México lo han llevado a radicalizar su estrategia.

El republicano envió desde el lunes por la noche un memorando a los responsables de la Administración en inmigración en el que les da 90 días de plazo para reformar el sistema de solicitudes de asilo, con normas que incluyen el cobro de una tarifa a los solicitantes por entrar en el proceso y por pedir un permiso de trabajo temporal mientras esperan un veredicto de los tribunales, además de la garantía de que reciban una respuesta en 180 días.

Este plan de acción forma parte de la postura “más dura” que Trump dijo que adquiriría frente a la crisis fronteriza, cuando a principios de mes nombró a Kevin McAleenan como secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).

En marzo, las patrullas fronterizas detuvieron a 103.000 inmigrantes en la frontera con México, la cifra más alta en una década. El 60% de los aprehendidos eran miembros de familias provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador en busca de asilo.

Con información de El País