Por David Uriarte /

Lo que pasó en el año 2022 en Sinaloa, es la referencia obligada en un gobierno que empieza, en un gobierno que busca cumplir con el mandato constitucional, cumplirle a los gobernados en los temas de seguridad, salud, economía, y educación.

El resumen de hechos del año pasado es claroscuro, hay muchas áreas claras y otras no tanto, sin embargo, lo importante es la suma de las variables cuantitativas y cualitativas, no todo son números, hay sentimientos y percepciones iguales o más importantes que los números.

Sin duda, uno de los logros estadísticos más significativos es la disminución de los homicidios dolosos en Sinaloa el año pasado; pero, al preguntarle a las familias que perdieron al padre o al hermano a causa del crimen organizado, para ellos no hay estadística que valga o números que los aliente a creer o pensar que todo está bien.

Las cosas en materia de servicios de salud siguen caminando, siguen un ritmo lento para las expectativas de los miles de enfermos crónicos que requieren su tratamiento y no se diga para los pacientes con cáncer, todo indica que 2023 será el año donde la suficiencia de medicamentos es el reto para resolver.

Es evidente que, en materia de comunicaciones terrestres, específicamente lo relativo a caminos asfaltados, el municipio de Badiraguato se lleva las palmas por obvias razones, Batequitas y sus alrededores estarán bien comunicados vía terrestre.

Un tema de soporte político para el gobernador Rocha es sin duda la gobernabilidad y los equilibrios que se han logrado y habrán de fortalecerse en este año entre los gobiernos municipales y el estatal, detrás de esta obra técnica y política está el secretario general de gobierno, un hombre que perfila muy bien sus legítimas aspiraciones.

Las relaciones políticas del gobernador con la federación se pondrán a prueba en este año; las definiciones están a la vuelta de la esquina, no hay que olvidar de la estrecha amistad del gobernador de Sinaloa con el senador Ricardo Monreal, sin embargo, la disciplina partidista y la obediencia al Presidente será evidente, aunque la amistad con Monreal no deberá fracturarse. Una cosa es la decisión del Presidente, ratificada por las encuestas y otra cosa es la simpatía personal del mandatario sinaloense, habrá que esperar.

Si el 2022 cerró con buenos números, este año tendrá que ser mejor para los sinaloenses.