Por David Uriarte /

Urge que te infectes pero sin enfermarte. Sólo se divorcian los que están casados, sólo se mueren los que están vivos, sólo se infectan de Sars-Cov-2 los que no han estado en contacto con el virus.

La única manera de superar la pandemia es que por lo menos ocho de cada diez personas se infecten con el virus para que aparezca la famosa inmunidad de rebaño.

Hay dos formas de acelerar el proceso: por la contaminación de persona a persona; o por la inoculación de la carga viral a través de la vacuna.

Así como se lee, o te infectas por la vía aérea o te infectas por la vacuna, en ambos casos lo que se pone a prueba es el sistema inmune de la persona, lo que determina la diferencia entre la vida y la muerte son las defensas de la persona, y estas dependen en gran medida de la genética, los telómeros celulares y la telomerasa de las células CD8 del sistema inmune.

Lo peor que le puede pasar a una persona es querer esconderse del virus o querer vivir como astronauta con un traje blindado que lo aísle del medio ambiente, tal vez lo que ha faltado es informar o educar a la población para que sepan que entre más rápido pongan a prueba el sistema inmunológico, más rápido saldremos de la pandemia.

No es cierto que lo mejor consiste en evitar el virus porque tarde o temprano nos toparemos con él, de hecho, millones de personas ya se pusieron en contacto con él y ni siquiera se dieron cuenta porque tienen un sistema inmune sano.

Cuando el gobierno y las autoridades de salud invitan o promueven la vacunación, lo que están diciendo técnicamente es: “vengan a ponerse en contacto con una parte del virus”, la vacuna no es un tratamiento como tal, es una cantidad suficiente y controlada de información genética del virus en distintas presentaciones que estimula al sistema inmune de la persona para generar anticuerpos específicos contra el virus para prevenir la enfermedad.

Hay que saber o recordar que todos necesitamos ponernos en contacto con el virus, lo que no necesitamos o no debemos, es enfermarnos o complicarnos. Una cosa es la infección y otra la enfermedad. La selección natural de la especie deja vivos a los individuos sanos y adaptables.