El estilo de vida saludable y la atención rápida ante los síntomas son claves para evitar secuelas graves, según autoridades médicas
Un derrame cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una emergencia médica que puede cambiar la vida en cuestión de segundos, afectando de forma permanente las funciones del cerebro, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La buena noticia es que muchos casos pueden prevenirse mediante hábitos de vida saludables y la detección oportuna de los factores de riesgo. Asimismo, actuar con rapidez ante los síntomas es crucial para minimizar los daños y mejorar la recuperación.
En México, se registran aproximadamente 170,000 casos de derrame cerebral cada año, lo que lo convierte en la segunda causa de discapacidad en adultos, según datos publicados en la revista Atención Médica.

¿Cómo prevenir un derrame cerebral?
La prevención primaria es el enfoque más efectivo para reducir la mortalidad por ACV, según las nuevas directrices de la Asociación Americana del Corazón (AHA). Esto implica adoptar hábitos saludables que benefician no solo al cerebro, sino a todo el cuerpo:
Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol: Estos hábitos aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular al dañar las arterias, elevar la presión arterial y favorecer la formación de coágulos.
Mantener un peso saludable: El sobrepeso está vinculado a enfermedades como diabetes, hipertensión y problemas cardíacos. La actividad física regular es fundamental para la prevención.
Seguir una alimentación equilibrada: Consumir alimentos ricos en grasas saludables, como los frutos secos y el aceite de oliva, puede mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de ACV.
Monitorear la presión arterial, el colesterol y la glucosa: Estas condiciones, cuando no se controlan, pueden dañar los vasos sanguíneos y el cerebro incluso años antes de que se manifieste un evento.
Gestionar el estrés y dormir bien: El estrés crónico y la mala calidad del sueño afectan directamente la salud cardiovascular y cerebral. Dormir bien se considera una de las métricas esenciales para un corazón y un cerebro sanos.
Señales de alerta: cómo reconocer un derrame cerebral a tiempo
Detectar los síntomas de un derrame cerebral rápidamente es fundamental. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, cada minuto cuenta. La AHA recomienda utilizar el acrónimo R.Á.P.I.D.O. para identificar los signos con mayor eficacia:
- R (Rostro caído): Pídele a la persona que sonría. Si un lado del rostro se ve caído o sin movimiento, es una señal de alerta.
- Á (Alteración del equilibrio): Puede haber dificultad repentina para caminar, pérdida de coordinación o mareos.
- P (Pérdida de fuerza): La persona podría mostrar debilidad en un brazo o una pierna, especialmente de un solo lado del cuerpo.
- I (Impedimento visual): Problemas repentinos para ver en uno o ambos ojos.
- D (Dificultad para hablar): Habla arrastrada, confusión o dificultad para entender lo que se le dice.
- O (Obtén ayuda rápido): “¡Llama a emergencias!” es la acción inmediata recomendada.
¿Qué hacer ante un derrame cerebral?
Ante cualquier señal de alerta, es vital actuar sin demora. Los tratamientos son más eficaces si se inician en las primeras horas tras la aparición de los síntomas. El IMSS recomienda:
Llamar al 911 de inmediato. No se debe intentar trasladar a la persona por cuenta propia, ya que el personal médico puede iniciar el tratamiento durante el traslado.
Anotar la hora en que comenzaron los síntomas. Esta información ayuda a los profesionales de la salud a decidir el tratamiento más adecuado.
Buscar atención en las primeras 4 horas y media. Este periodo es crítico para aplicar terapias que disuelvan coágulos y restablezcan el flujo sanguíneo en el cerebro.
Conocer los tratamientos disponibles. El IMSS ofrece terapias como la trombolisis intravenosa y, en casos más complejos, intervenciones endovasculares.
No ignorar síntomas que desaparecen rápidamente. Un “mini derrame” o ataque isquémico transitorio (AIT) puede parecer inofensivo, pero es una señal de advertencia seria que requiere atención médica urgente.
La mejor herramienta: la prevención
Adoptar un estilo de vida saludable, monitorear factores de riesgo y estar alerta a los síntomas son acciones concretas que pueden prevenir un derrame cerebral o reducir significativamente sus consecuencias.
“Actuar rápido puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y una discapacidad permanente”, enfatiza el IMSS.