Por David Uriarte /

“Por el sobre se saca la carta” reza el refrán… el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), afirma que, en promedio, un mexicano estudia 10.3 años, esto equivale hasta el primer año de bachillerato.

La eficiencia terminal en la preparatoria y licenciatura es baja; aún más, los mexicanos con maestría y doctorado son escasos. Por defecto, se puede entender que el promedio de mexicanos que les apasiona la lectura es reducido.

Hay quienes usan la lectura como hipnótico, otros tienen dos o más libros en periodo de espera desde hace meses o años; y otros de plano son prófugos de la lectura, también están las personas devoradoras de libros, aquellas que desayunan, comen y cenan leyendo.

Hace 34 años la UNESCO instituyó el 23 de abril como el Día Mundial del Libro, hay ferias internacionales del libro, clubes de lectura, librerías tradicionales, libros en línea, venta de libros de segunda mano, bibliotecas virtuales, y todo un acervo a la mano de aquellos amantes de la lectura, el tema es ¿A cuantos les gusta y apasiona la lectura? La respuesta es obvia: a pocos.

La única manera de actualizarse en cualquier área del conocimiento es a través de la lectura, los mejores médicos, ingenieros, profesores, y profesionistas en general, se forman y actualizan a través de la lectura; el que más sabe regularmente es el que más lee.

La lectura tampoco es garantía de todo, es decir, no todas las personas buscan o aman la lectura de corte científico. Los géneros literarios son varios y variados, llama la atención el estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde México ocupa el lugar 107 de 108 países con hábitos de lectura; según este estudio, en Canadá el promedio de libros leídos por persona es de 17.5, y en México es de 2.9 libros al año, libros de 300 páginas en promedio.

El hábito de la lectura tiene dos vertientes: una relacionada con el aprendizaje desde los primeros años de vida, y otra relacionada con el cerebro, el hemisferio cerebral izquierdo tiene que ver con el lenguaje y el derecho con la lectura y la comprensión.

Las oportunidades de crecimiento y desarrollo personal son más amplias cuando se asocia el conocimiento con la habilidad social, es decir, una cosa es que tanto sabes y otra como demuestras la capacidad para resolver problemas y como manejas el sentido común.

A leer más.