Por David Uriarte /

A cuatro meses de concluir el periodo para renovar la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI en Sinaloa, hay dos corrientes que aglutinan las posibles candidaturas: los que andan en campaña abiertamente, y los que traen un esquema subrepticio de campaña y cabildeo.

El grupo de viejos priistas -los que manejan la campaña de manera “prudente”- haciendo creer o pensando que les creen; la militancia y su dirigencia que son disciplinados de los tiempos y ordenados en los procesos, traen un recorrido desde hace meses, están pulsando el ambiente y el descontento que priva entre los atrevidos a seguir con la camiseta priista.

Algunos líderes de colonias, de sectores, los que en su momento brillaron en el escenario político partidista-político electoral, los exdiputados locales o federales, exsenadores, expresidentes municipales, exfuncionarios locales o federales que en su momento presumían su filiación partidista; hoy son consultados para saber quién tiene o podría tener la suficiente simpatía para retomar la presidencia del PRI en Sinaloa.

La diputada local y secretaria general del PRI con funciones de presidenta, Cinthia Valenzuela Langarica, tiene pocas semanas para evaluar las condiciones de la vida interna de su dirigencia y la vida externa, es decir, la disposición de los miembros y simpatizantes de su partido para sumarse con la o las propuestas que en unos días habrán de darse a conocer con motivo del cambio de estafeta.

La pregunta de muchos que de alguna manera ya contestó la diputada Valenzuela, es si debiera ser otra mujer quien la releve en el cargo; con la apertura democrática cualquier miembro distinguido que cumpla con los estatutos, puede ocupar el liderazgo estatal.

Las organizaciones priistas que agrupan al sector popular y campesino, los organismos de las mujeres priistas, las juventudes, las fundaciones que le dan soporte ideológico al PRI, son los reductos o ventanas de oportunidad donde las y los aspirantes tocan base en la promoción, sin embargo, les queda más que claro que la decisión aún tiene que ser marcada por el liderazgo nacional; cuestión de orden y disciplina.

Atendiendo al principio de que son las personas quienes dan prestigio o devalúan a un partido, la apertura y socialización de las cartas o cuadros valiosos como dicen ellos, harán ruido en los medios para que los conozcan o recuerden.