Por David Uriarte /
Ana Elizabeth García Vilchis es la encargada de hacer el análisis de las notas informativas que hacen los medios referentes al desempeño del Gobierno del presidente López Obrador; y este miércoles, García Vilchis habló de la oferta informativa que los medios ofrecen a su audiencia, dijo «hay medios que privilegian las críticas, distorsionan la realidad -y cuando no- publican noticias que resultan falsas con tal de demeritar el Gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador».
Después, López Obrador dijo «La democracia significa libertad, y significa ejercer el derecho a disentir, no es pensamiento único, imagínese que todos pensáramos de la misma forma… ya no estaríamos hablando de democracia, estaríamos hablando de un sistema político autoritario, de una dictadura, pero la democracia es pluralidad, es escuchar todos los puntos de vista, sin el uso de la fuerza, sin la violencia, eso es muy importante».
Un día antes, o sea, ayer 16 de septiembre, en su discurso dijo otra cosa, recibió al presidente de Cuba Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, «el gobierno que represento llama respetuosamente al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo contra Cuba, porque ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país, es preciso recordar lo que decía George Washington “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”, dicho con toda franqueza: se ve mal… que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba, con el propósito de que éste, obligado por la necesidad tenga que enfrentar a su propio gobierno. Si esta perversa estrategia lograse tener éxito -algo que no parece probable por la dignidad a la que nos hemos referido- repito, si tuviera éxito se convertiría en un triunfo pírrico, vil y canallesco, en ‘una mancha’ de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos… es mejor el entendimiento, el respeto mutuo y la libertad sin condiciones ni prepotencia».
No se necesita tener mucha inteligencia para entender el doble discurso, por un lado, definir la democracia como lo es, y por otro lado aplaudir el régimen comunista de Cuba, y pedir a Estados Unidos clemencia.