Por David Uriarte /
Las espontaneidades son escasas, las intencionalidades son frecuentes. En la vida política, hay competencia, satisfacciones, envidias, dolo, culpas, tiempos, miedos, riesgos, retos, trampas, traiciones, hipocresías, ingratitudes, deslealtades, y muchas cosas más, las coincidencias prácticamente no existen.
Hablar de coincidencias cuando diputados, regidores y titulares de gobiernos municipales renuncian a su partido, desconocen de alguna manera el liderazgo político y moral de su fundador, esto a pocos días de las elecciones en las sindicaturas donde Mazatlán entregó buenas cuentas al PAS, y Ahome permaneció incólume en su estructura política morenista.
¿Alguien puede creer que todo esto es producto de la casualidad? La búsqueda del poder político se ejerce desde el primer escalón de la escalera, es decir, desde la mente o pensamiento de aquel o aquellos que se visualizan en el 24 y/o en el 27, como parte del Senado de la República, o titular del poder ejecutivo en Sinaloa.
Es el pensamiento el distribuidor de ideas, ordenes, o acciones para lograr el fin deseado, para eso, hay que instrumentar una serie de acciones facilitadoras, es decir, hay que neutralizar las amenazas y promover las condiciones para tales fines.
A veces el sentido común se obnubila por el efecto etílico de la ambición, no se dimensionan las consecuencias de las acciones con la misma exactitud desde la altura de la silla del poder, que desde el piso ciudadano.
El enamoramiento o vinculo construido desde la necesidad legitima de ser o formar parte de la historia política de Sinaloa como su gobernador, o su representante en el Senado, genera asociaciones de ideas y complicidades válidas para el fin… Sin embargo, las acciones no pasan desapercibidas y los mensajes son recibidos y guardados, en original y copia, para cuando se necesite hacer uso de ellos.
Para los que piensan en el descalabro del PAS y su líder moral a través de las acciones promovidas -más las que siguen-, es importante recordar la historia reciente de MORENA y su líder moral; las acciones del Gobierno y el partido en el poder en su momento, fueron el combustible que hizo despegar la nave del éxito que hoy surca el cielo de la esperanza de millones de mexicanos. Eso mismo puede pasarle al PAS y su líder moral: hoy pueden cargarle el combustible del despegue de su nave política.
