Por David Uriarte /
Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, el lenguaje verbal esconde intenciones y pensamientos inaceptables; la razón acomoda las palabras de tal manera que puedan convencer a los demás, los mentirosos y manipuladores llegan a ser unos artistas del espectáculo histriónico, sin embargo, las emociones y el lenguaje no verbal no mienten.
Los artistas llegan a dominar el escenario y logran mantener la atención del público gracias a las emociones despertadas con su expresión, palabras y silencios, los políticos explotan los genes de la confianza, se dan a conocer por sus palabras principalmente, aunque los hechos indiquen otra cosa.
La escenificación que se dio hoy en “la mañanera” donde la ahora exsecretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo, dio un emotivo discurso… Su calidez evidenciaba honestidad que salía de la congruencia entre lo que se piensa y lo que se hace; cada palabra estaba signada por la emoción producto de sus creencias, contuvo llanto y lágrimas, la garganta soportó el embate de la suma de vivencias que se desmoronaban en ese momento dando cuenta de lo valioso del ser humano, discurso impecable de Tatiana desde el punto de vista del humanismo que transpiró en esos momentos.
Todo se dio en un marco institucional, el ambiente era propicio para la nota internacional en estos momentos de estrecheces económicas para los mexicanos y las gestiones de los tratados comerciales entre los países vecinos de Estados Unidos y Canadá.
La nota que pocos vieron y mucho menos sintieron, fue cuando Tatiana termina su discurso de agradecimiento y se dirige a saludar al Presidente, ante el acontecimiento, el Presidente era el indicado para encontrarla y fundirse en abrazo fraterno por decir lo menos, sin embargo, no sólo no se acerca al encuentro de uno de sus mejores alfiles que con dignidad le dice adiós, sino que, no le corresponde el abrazo que ella le da, él mantiene sus manos ocupadas con el pretexto de aplaudir, y ella se retira como parte del rechazo obtenido.
La lectura psicológica es múltiple y nutrida, el significado para el Presidente debe ser tal, que inconscientemente le recordó algo, primero, que una mujer le diga que no ¿Quién es su infancia le dijo que no? ¿Quién en su infancia lo rechazó? ¿Arrastra alguna herida emocional con la figura materna?
Al final del día somos emociones, y esas no mienten.
