Por David Uriarte /

 

Una cosa es tener dinero, trabajo, educación, familia, bienes y servicios que aligeran la vida o un estilo de vida glamuroso, y otra muy diferente es sentirse feliz.

Lo primero es distinguir los conceptos de felicidad y salud mental como variables que al juntarse dan un toque distintivo al ser humano. La felicidad es una emoción, la felicidad se parece al coraje; se siente.

Sentirse feliz es una experiencia egoísta, es decir, nadie la puede sentir excepto la propia persona, igual que el coraje o la frustración, nadie se puede enojar o frustrarse por otra persona, son emociones personales; lo que si puede suceder es que a raíz de la emoción, la conducta expresada afecte a los demás, por ejemplo, si alguien se siente contento y de buen humor, puede compartir con los demás una sonrisa, una comida, dinero, generosidad expresada de mil maneras, lo mismo ocurre si alguien se siente frustrado o malhumorado, tiene dos opciones: quedarse con su experiencia y su vivencia, o compartirla con los demás en forma de conducta ofensiva, destructiva, o dañina.

La salud mental es una condición necesaria para experimentar una de las emociones más aquilatadas de la especie humana, no existe felicidad continua como no existe coraje constante, la felicidad aparece como un sentimiento, una vivencia de bienestar, el coraje igual, es un sentimiento, una vivencia de malestar, frustración, o desgracia.

La idea es entender o recordar que existen decenas de emociones con significados distintos, emociones que conducen a estados de ánimos placenteros o no placenteros, la felicidad a diferencia del placer se articula al sentido de vida y el compromiso, la felicidad siempre está acompañada del placer, pero el placer no siempre está acompañado de la felicidad, recordemos que todos los hielos están fríos, pero no todo lo frío es hielo.

La salud mental no requiere de grados académicos, cuentas bancarias abultadas, o reconocimientos sociales, requiere de un cerebro funcional, cuyos procesos neuropsicológicos incluyan necesariamente significados de bienestar, que sea capaz de resignificar la vida al margen de condiciones y circunstancias adversas.

Con salud mental, la felicidad no encuentra resistencia alguna para sentirse y expresarse, la felicidad no es producto de la razón, no se intelectualiza, la felicidad se siente, es producto de la inteligencia sana que culmina con el bien estar.