Por David Uriarte /
Después de estar adormilado, ‘el lince’, figura emblemática de la Universidad Autónoma de Occidente (UAdeO), empieza a enseñar su fortaleza y busca el dominio de su autonomía, busca que, por fin, la democracia sea la alfombra por donde deslice sus pisadas.
La comunidad lince primero de manera tímida y conforme han pasado los días de manera contundente ha manifestado su desacuerdo con los resultados que dio a conocer la Junta Directiva en el proceso de designación, tal vez el error institucional fue tratar de darle un troque democrático al mandar a la pasarela a los aspirantes a suceder a la rectora Sylvia Paz Diaz Camacho.
Estudiantes, maestros, y administrativos, contrastaron las capacidades de los candidatos, revisaron la formación académica, el plan de trabajo, la experiencia docente, creyeron de manera inocente que serían tomados en cuenta, por eso el proceso se volvió más que competitivo; tenso.
Como reza el refrán, -el que hace la ley hace la trampa-, si al final quien decide es la Junta Directiva conformada por siete personas y con cuatro votos es suficiente, entonces, para que exhibirlos ante la comunidad universitaria si solo basta con la comparecencia de cada candidato ante la Junta Directiva.
Una vez más los creyentes de la democracia se toparon con la realidad, basta la voluntad política de quien manda para que las cosas tomen el rumbo deseado sin importar la voluntad de la mayoría. Tomas, cartas, desplegados, inconformidad sindical, inconformidad de los candidatos perdedores, no son suficiente para recomponer las cosas en la UAdeO.
Ayer circuló la postura de Ezequiel Avilés Ochoa, uno de los contendientes a la Rectoría, inicia diciendo “la autoridad que vulnera la autonomía, directa o indirectamente, además de afectar el derecho a la educación y la formación de la juventud, incurre en una violación a los derechos humanos y derechos universitarios”.
Termina afirmando, “a defensa de la autonomía y la exigencia de transparencia como un indicador de legalidad y legitimidad, es una tarea en la cual, sin claudicar, seguiremos empeñados”. A pesar de lo tímido y cuidadoso de Ezequiel en sus expresiones, deja clara su postura de inconformidad, pero también su alineación institucional exhibiendo una disciplina que pudiera ser recompensada por el gobierno.
Primero la UAS, ahora la UAdeO, ambas con el tema de la autonomía.