Por David Uriarte /
Las pasiones terminan en los desagües de las decepciones si no se tiene suficiente cuidado de anteponer la razón y la realidad, es decir, la confianza puede tener un efecto hipnotizador igual que la esperanza o la fe, sin embargo, la evidencia de los datos duros marca el destino predecible de cualquier condición, aunque sea política.
Es innegable que el salario mínimo en 2018 era de 88 pesos, y en el 2024 es de 248 pesos, contra estos datos duros no hay nada que decir, el promedio del precio de la gasolina en 2018 era de 19 pesos, hoy el promedio es de 23 pesos. Estos son datos duros que no necesitan mucho análisis financiero o político.
En la toma de posesión del Presidente el 1° de diciembre del 2018, López Obrador leyó su discurso que contenía cien puntos, el número trece dice, se hará realidad el derecho a la salud. “El propósito es garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos; comenzaremos en las unidades médicas del Seguro Social ubicadas en las zonas más pobres del país y poco a poco ser irá ampliando el programa hasta que logremos, a mediados del sexenio, establecer un sistema de salud de primera, como en Canadá o en los países nórdicos…”, esto no puede ser cuestión de juicios o polémica de ninguna índole, son datos duros que saltan a la vista.
El punto diecinueve dice, “los pequeños productores del campo, ejidatarios, comuneros o pequeños propietarios recibirán un apoyo económico semestral para la siembra de alimentos”, la evidencia por lo menos en Sinaloa revela otra cosa.
En el punto 24 dijo, “se unirán Diconsa y Liconsa en una sola empresa para el abasto y la distribución de alimentos de consumo popular. Se llamará Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX). En los almacenes, tiendas y lecherías de esta nueva dependencia se distribuirá una canasta de alimentos básicos a precios bajos para combatir la desnutrición y el hambre del pueblo”, la historia de los manejos financieros de SEGALMEX fueron reconocidos por el Presidente como uno de los fraudes más grandes en su gobierno.
No se trata de juicios, se trata de datos duros, incluso, dentro de esos datos duros hay que reconocer todos aquellos compromisos que se cumplieron a temprana edad de su mandato, ayer quedó en evidencia que algo falta en el compromiso de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, pero faltan siete meses más.