Por David Uriarte /

No es la primera vez ni será la última, la Universidad Autónoma de Sinaloa siempre ha estado bajo el fuego amigo y el fuego enemigo, han tratado de vulnerarla desde dentro y desde fuera. En la década de los setentas del siglo pasado, corrió la sangre, la represión fue de tal magnitud que hasta el día de hoy no se puede olvidar por la comunidad universitaria, forma parte de su historia y de sus cicatrices.

A pesar de los embates, la UAS permanece como la mejor opción cuando de estudiar se trata, los hijos de los sinaloenses, los hijos de familias de otros estados incluyendo el extranjero, ven en la UAS un prestigio a toda prueba, así lo demuestran las inscripciones, a las 8:00 de la mañana se abre el portal y a las 9:00 de la mañana se agotan los espacios, así sucede prácticamente para todas las unidades académicas incluyendo el bachillerato.

La Facultad de Medicina es reconocida en todo el mundo como un semillero de profesionales de la salud de talla internacional, es una de las más buscadas y más saturadas, lo mismo sucede con la Facultad de Psicología donde se acomodan hasta cuatro turnos por día, más la modalidad semiescolarizada y virtual, es decir, la UAS tienen una oferta educativa única en el país.

Si la UAS es atacada, vituperada, lastimada, denostada, golpeada, por fuerzas externa e incluso internas ¿Por qué la sociedad sigue creyendo en ella? ¿Por qué las familias sinaloenses quieren que sus hijos estudien ahí? ¿Por qué los empleadores buscan egresados de la UAS? ¿Por qué grandes empresarios o reconocidos profesionistas son egresados de la UAS? ¿Dónde está la fortaleza de la UAS?

Sin duda la UAS es mucho más que la suma de sus alumnos, maestros, personal administrativo y sus autoridades, la UAS es el icono del desarrollo y detonante económico del noroeste del país, la fortaleza de la UAS está en su historia, en la congruencia con su vocación; en la columna vertebral que articula sus virtudes, en la conjunción de la academia y la investigación, sin dejar de lado el deporte y la cultura… el bienestar universitario es prioridad inherente cuando de valores se habla, todo esto, en el marco de los más preciado: su autonomía.

La justicia federal reconoció en la UAS su autonomía como eje rector de sus actividades sustantivas, sin duda, la fortaleza de la UAS es el reconocimiento histórico, social y legal de su autonomía.