Por David Uriarte /
Mucho se dice y se sostiene lo relativo a la soberanía mexicana, sin embargo, hay evidencias irrefutables de actos realizados por autoridades norteamericanas donde cruzan una raya nebulosa entre el respeto y el autoritarismo.
Son muchas las evidencias, sólo hay que recordar las recientes: el ocho de enero del año 2016, hace nueve años, elementos de la marina localizaron y detuvieron a Joaquín “El Chapo” Guzmán, las pregunta son ¿Quiénes acompañaban este operativo? ¿Eran sólo elementos de la marina? ¿A dónde lo trasladaron inmediatamente después de la captura?
Las mismas preguntas aplican para la Operación Gárgola el 22 de febrero de 2014. Si se recorre la línea del tiempo, el 25 de julio del año pasado, ‘nadie supo nada’ hasta que autoridades norteamericanas informaron la detención de dos personajes conocidos, mismos que llegaron a bordo de una aeronave surcando los cielos de México a Estados Unidos… -“Estamos esperando que ellos nos informen lo que pasó”, esa fue la respuesta oficial a las preguntas ¿Quién se los llevó? ¿Cómo se estructuró la operación? ¿Quiénes participaron? ¿Pidieron permiso? ¿México los entregó? En fin, las preguntas quedaron en el aire igual que las respuestas.
Derivado de la llegada de estos dos personajes a tierra norteamericana el 25 de julio de 2024, las declaraciones del Presidente Trump en este año son contundentes, temerarias y hasta cierto punto groseras, es decir, no existe la cortesía gubernamental para decir lo que se piensa al margen de sus razones.
Lo prometen y lo cumplen. Al principio de su nuevo mandato el Presidente Trump dijo que elevaría a rango de terrorismo el tema de los cárteles de las drogas, lo cumplió con el arresto de un hombre y su hijo a quienes clasificó inmediatamente como terroristas; esto es hacer lo que se les da la gana ¿Y la soberanía?
Establecen tratos, convenios, acuerdos, arreglos, y todo lo que a su interés conviene, así quedó registrado con la llegada de los diecisiete familiares de la familia Guzmán a territorio americano.
En todos estos casos sólo hay dos opciones: existe colaboración estrecha y secreta con el gobierno mexicano, o de plano ellos hacen lo que les da la gana.
John F. Kennedy, fue asesinado el 22 de noviembre de 1962… la información fue clasificada por más 50 años ¿En cuántos años sabremos la verdad de lo que está pasando?