Por David Uriarte /

A medio camino del mandato por el cual fue electo el Rector titular de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Dr. Jesús Madueña Molina, le toca una época difícil por donde se le vea, excepto en lo académico y en la investigación, tareas sustantivas de la casa formadora de profesionistas.

La historia alcanzó a la institución con una serie de condiciones inherentes al pasado, pero dirimidas en el presente, aquí aplica la máxima; no hagas cosas buenas que parezcan malas, ni cosas malas que parezcan buenas.

Dos cosas enfrentan las instituciones de educación superior con el régimen de autonomía: el dinero y la política.

No hay dinero que alcance para poner a la academia y los académicos en la plataforma primermundista, ni hay administración que pueda solventar su nómina de empleados y jubilados, cumplir con el Sistema de Administración Tributaria, y la carga de la seguridad social que incluye IMSS, INFONAVIT, más prestaciones contractuales irrenunciables.

La percepción de la sociedad y los trabajadores, relativa a la transparencia y aplicación de los recursos, se puede ver manchada por la exhibición mediática de datos, números, e información que debe ser verificada por el filtro de la verdad, la contraloría social de la propia institución tiene una función medular cuando de transparencia se trata.

Todas las crisis tienen como objetivo el aprendizaje, el crecimiento, clarificar, resignificar, y redireccionar en este caso, la vida institucional. El concurso de señalamientos es ruido ensordecedor que retarda y obstaculiza la aplicación de los instrumentos preestablecidos para auditar a cualquier institución que se maneja con recursos públicos.

Desde siempre, pero en la última década más, la Auditoria Superior de la Federación mantiene como parte de su trabajo, una revisión exhaustiva de la distribución y aplicación de los recursos, por su parte la propia institución mantiene auditorias contratadas con despachos externos.

A medio camino ¿Dónde está entrampado el asunto? Muy sencillo, en la Ley de Educación Superior, no en la Ley Orgánica de la UAS, el Rector entregó al Gobernador un proyecto de Ley con la intención de que la revisen, modifiquen o agreguen cualquier tema que quieran, sin embargo, el centro del conflicto es la autonomía universitaria.

El proceso electoral del 2024 necesita condiciones de gobernabilidad.