Por David Uriarte /
La clase política vive entre los intereses, compromisos y lealtades. Todo aquel que representa un gobierno, nada en el mar de aguas turbulentas que contienen intereses propios, compromisos partidarios y lealtades personales.
En tiempo de elecciones o definiciones, los gobernadores viven la tensión o el estrés generado por los compromisos del partido y las lealtades con los amigos.
El doctor Rubén Rocha Moya se exhibió con el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, lo acompañó en su minigira donde sostuvo reunión con los legisladores y se tomó la foto con diversos actores políticos, entre ellos dos exgobernadores, el acercamiento “casual” dio para especulaciones que duraron varios días.
Después, en domingo para no generar comentarios relativos al descuido de su responsabilidad como jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum se puso el uniforme de académica y se plantó en el auditorio de la Universidad Autónoma de Sinaloa donde diserto una conferencia relativa a las virtudes de su gobierno para incentivar el crecimiento económico gracias a las facilidades que tienen los empresarios para abrir empresas en la CDMX.
En su recorrido, la posible candidata de MORENA a la Presidencia de la República fue escoltada por el gobernador Rocha, quien exaltó las virtudes de Claudia; antes de regresar a la CDMX, la política y académica se reunió con 25 empresarios de Sinaloa donde fue notoria la ausencia de unos y la sobrerrepresentación de otros.
Para cumplir el compromiso político institucional, el gobernador tiene pendiente pasear al secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, los simpatizantes lo están esperando y algunos empresarios del giro semillero también.
El gobernador tiene que cumplir con el compromiso que tiene con el presidente López Obrador y su partido político, de eso no hay duda, y aunque sus preferencias pueden estar por otro lado, tiene que cumplir con la disciplina a su jefe y su partido.
Si de lealtades se trata, es posible que la amistad del gobernador Rocha, fortalecida en el Senado con Ricardo Monreal, lo ponga en aprietos, por un lado, su jefe y por otro lado su lealtad con su amigo.
Cuando se dé el anuncio de la visita del senador Ricardo Monreal a Sinaloa, el Gobernador tendrá que mantener una expresión política igual o muy parecida a la manifestada con la triada autorizada por el Presidente.
