Por David Uriarte / /
Antes decían, la iglesia, el ejército y la esposa del Presidente son intocables. Antes había un código entre los criminales: mujeres, niños y ancianos, “no”.
Los paradigmas políticos han cambiado y los códigos criminales también, hoy la política no perdona a los ministros de culto religiosos, ni a la esposa del Presidente, ni a los altos mandos del ejército; y a los criminales no les importa que entre sus víctimas estén mujeres, niños y ancianos.
“Ahí como la sientas te vas recargando” reza el refrán, este apotegma le queda como “anillo al dedo” al presidente López Obrador… poco a poco ajusta las condiciones políticas de sus adversarios.
Primero exhibió la corrupción en el manejo y aplicación del erario, después detiene a un pez gordo: Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex en el gobierno de Peña Nieto; el mes pasado cae un águila real: el General Salvador Cienfuegos Zepeda… jamás imaginó el exsecretario de la Defensa Nacional tal afrenta para él y su país, de haberlo sospechado no comete la ingenuidad de cruzar la frontera con Estados Unidos. Hoy la novedad es el caso del exsecretario de estado Luis Videgaray Caso, amigo del expresidente Peña, y político de gran influencia en el régimen pasado.
En la lista de los próximos exhibidos pueden estar el exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; el ex-procurador General de la Republica, Jesús Murillo Karam; y algunas luminarias del régimen pasado.
En el lenguaje explícito del Presidente, siempre ha cuidado la figura del expresidente Peña Nieto, cosa que no sucede con los demás, es decir, desde Carlos Salinas, pasando por Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, siempre tiene señalamientos específicos principalmente con Salinas y Calderón.
La ‘joya de la corona’ o el ‘Santo Grial’ del presidente López Obrador, puede ser uno de los expresidentes, esa no sería la novedad, la novedad será si lo usa para fortalecer sus aspiraciones de permanencia de su legado, o como un ardid para evitar un desgaste prematuro de sus políticas públicas.
De cualquier manera, entre la cárcel y el escándalo público, se pasean los protagonistas del brillo político del presidente López Obrador.