Por David Uriarte /
Las cobijas se venden poco en temporada de calor, los veganos no compran carne, los sanos no extrañan las farmacias, estos aforismos ilustran la tendencia del mercado, alguien vende y alguien compra, de aquí nace la relación oferta-demanda.
En política, lo que se busca es la aceptación; los segmentos del mercado están bien definidos, hombres, mujeres, jóvenes, adultos, estudiantes, empleados informales, etc.
La información de Roy Campos a través MITOFSKY en esta semana revela datos interesantes que hacen entender la clave del neuromarketing de AMLO.
La aprobación del presidente en el mes de marzo de este año por segmentos poblacionales deja claro que los empleados informales son los que tienen mayor nivel de aprobación, siete de cada diez.
Después siguen los jóvenes y los campesinos con un nivel de aprobación parecido, los informales 74% y los jóvenes y los campesinos 71% de aprobación.
Las amas de casa y los empleados con un 68%, los estudiantes de preparatoria 67%, estudiantes en general 64% y las mujeres 62%.
Las personas mayores de 50 años tienen un nivel de aprobación del 53%, y los desempleados 52%, los profesores 51%, curiosamente los servidores públicos tienen 47% de aprobación igual que los empresarios.
Un dato por demás interesante según los datos de Roy Campos es que las personas con grados académicos de licenciatura, maestría y doctorado tienen un nivel de aprobación del 43%, y los profesionistas en general del 36%.
¿Por quién hay que ir en el proceso electoral del próximo año? Por los informales, jóvenes y campesinos, ellos representan la mayoría en las urnas si de López Obrador y su proyecto se trata.
¿A quiénes hay que conquistar o de plano dejarlos a un lado? A los profesionistas, universitarios y empresarios.
Así se maneja el tablero de las ilusiones políticas, no todo es discurso o gritos, la estrategia neuropsicológica va por resultados, la política es de aceptación, de credibilidad, por eso, a veces no se logra entender las conductas y los segmentos de la población que son convocadas para escuchar los discursos y las propuestas políticas de los diferentes proyectos partidistas.
Motivar al segmento cautivo es una cosa, y buscar el acercamiento con los segmentos distantes es otra, de esto depende la estrategia de cualquier empresa triunfadora.