Por David Uriarte /
No pesa lo mismo una mochila de veinte kilos a las ocho de la mañana que a las dos de la tarde, la sensación de cansancio hace que el peso se tolere menos después de cargarla por muchas horas.
Lo mismo les está ocurriendo a candidatos que iniciaron a las cero horas del primer día de las campañas políticas rumbo al día de las elecciones; en ese momento la desvelada era más que un cansancio una motivación, hoy vemos indicios y evidencias de cansancio físico y mental en hombres y mujeres cuya juventud es una variable a su favor.
La algarabía está perdiendo su brillo, las banderolas tienen ritmo lento y los pasos para entregar volantes y pegar calcomanías intentan ganarle al aburrimiento superado sólo por la promesa de alguna forma de pago.
La abulia de los conductores para aceptar la propaganda, se mide por la ausencia del contacto visual con el brigadista y la negativa de bajar el vidrio de la ventanilla, a veces lo que llama la atención son las bailarinas o jóvenes haciendo cierto tipo de rutinas gimnásticas o el estrépito de la música jocosa.
Las campañas se encuentran a medio tramo, dentro de dos semanas aparecerá la innovación política de los partidos y sus candidatos, novedades y ocurrencias, todo en busca de comprar la intención del voto a como dé lugar.
Los brincos, saltos y gracias circenses de algunos candidatos y candidatas, provocan risas en los niños, admiración en los adultos, preocupación en la clase política, y risa en los maliciosos.
El peso de la mochila a estas alturas marca la espalda de quien la carga, y al atardecer de las campañas, sentirán cansancio y adinamia, algunos desearán no haber participado, otros entenderán el consejo de los amigos cuando les decían que no se metieran en tal faena. Otros se verán los zapatos y los bolsillos desgastados, otros dirán que la experiencia nadie se las quita y están listos para la que sigue… y algunos pocos anidan la esperanza del triunfo por serendipia, suerte o aritmética.
Se gane o se pierda, es una experiencia única, un descubrimiento de la textura de la piel de la política y un descubrimiento de lo que cuestan las cosas. La mochila es la misma, el peso es diferente.