Por David Uriarte /
El que paga manda, así se puede resumir el verdadero poder. El miedo a perder el ingreso, el patrimonio y la libertad, es el carburante de conductas atípicas por decir lo menos, cuando de integrantes de los poderes legislativo, judicial, y ejecutivo se habla.
Si entre ellos les temen a las represalias del verdadero poder, los ciudadanos de a pie ni se diga, los espectáculos que en otros tiempos hubieran marcado un antes y un después, se han vuelto parte del ejercicio del poder y parte de una narrativa constante o frecuente en los últimos años.
Hace un año, la fiscalía de la Ciudad de México fue al estado de Morelos y detuvo al fiscal Uriel Carmona, acusado de obstrucción de la justicia en el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda López, en la semana que está por concluir, elementos de la fiscalía de Chihuahua intentaron detener al exgobernador Javier Corral Jurado ¿Y qué pasó?
El encargado del despacho de la fiscalía de la ciudad de México, Ulises Lara López, se apersonó para evitar su detención: este es el verdadero poder ¿Y las leyes? Buena pregunta.
Pocos pensaron en la suerte que correría el Poder Judicial de la Federación, antes, hablar de jueces, magistrados y ministros, era hablar de la justicia, hoy, el desprestigio del poder judicial es tal, que los asocian a una sola palabra: corrupción.
Antes, de alguna manera, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, le temían al Poder Judicial precisamente por los alcances de la justicia, el Consejo de la Judicatura tenía un espacio importante en la mente de los litigantes y de los ciudadanos en general, hoy, el desprestigio los viste como un poder en vías de extinción, la injusticia en los impartidores de la justicia.
El Poder Judicial como parte estructural de los poderes de la unión, no desaparecerá, el Poder Ejecutivo utilizando al Poder Legislativo, construirá la autopista por la cual llegarán los nuevos integrantes a renovar las estructuras operativas de jueces, magistrados y ministros.
El verdadero poder, el que paga, pondrá a prueba la supuesta fuerza legal del Poder Judicial, en su momento, el único aliado que les pudo haber ayudado, es el Poder Legislativo, pero está cooptado por el verdadero poder.
Los grandes juicios con las grandes sentencias de los grandes escándalos mediáticos, dependían del Poder Judicial, hoy todo indica que los están doblegando con la voluntad de una sola persona, ese es el verdadero poder.