Por David Uriarte /

Poco a poco, los temas escabrosos o difíciles para el régimen de López Obrador empiezan a ser más frecuentes, a partir del efecto “Guacamaya”, las notas han caído como efecto dominó… Una tras otra, los protagonistas buscan que la información no se difunda o bien, si se trata de instrucciones, buscan la notoriedad del hecho, el dicho, o la obra.

Parte de la espuma del ‘chocolate’ político de la 4T, son los desesperos de las famosas “corcholatas”, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México busca notoriedad a como dé lugar, informa y re-informa de lo que hace y en que se gasta el presupuesto, busca cuáles son las delegaciones con índices de violencia más baja para hacerse presente, eso es políticamente correcto, ni modo que exhiba las delegaciones donde la inseguridad es evidente.

Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, busca su notoriedad con acciones de relumbrón como la exigencia ante la Corte de los Estados Unidos para que a los fabricantes de armas se les finque responsabilidad en la ola creciente de homicidios en México. El revés que recibió por parte de las autoridades americanas hace días, le picó el ego, y ahora piensa arremeter nuevamente en contra de los fabricantes de armas, es como si a alguien se le ocurriera demandar a los fabricantes de cuchillos o automóviles por haber muertes por arma blanca o muertes por accidentes automovilísticos.

En un silencio ruidoso, el Secretario de Gobernación trae una agenda apretada en búsqueda de posicionar su nombre y buscar la intención de voto en todo México, trae sus operadores, que, por cierto, en Sinaloa es el Maestro en Ciencias, Héctor Melesio Cuén Ojeda.  Adán Augusto le apuesta a dos cosas, primero: que él sea el designado por el Presidente, segundo: que en caso de no verse favorecido, cualquiera que sea el ungido tendrá que pedirle apoyo a él, en tanto es responsable de la política interior del país.

Si a estos temas le agregamos lo relativo a la incesante actividad delictiva en México, las masacres horrendas de personas y autoridades civiles, incluyendo representantes populares como diputadas y diputados que han sido asesinados incluyendo presidentes municipales y regidores; si a esto le agregamos el tema reciente del famoso acuerdo para que el satélite de Rusia vigile o espíe desde el espacio mexicano, entonces la espuma empieza a subir en cantidad y tono.