Por David Uriarte /

Es posible que José Antonio Meade Kuribreña, en su momento Secretario de Energía, Secretario de Hacienda, Secretario de Relaciones Exteriores, Secretario de Desarrollo Social y nuevamente Secretario de Hacienda, haya tenido conciencia de su sacrificio político en aras de salvaguardar la estabilidad de México o la libertad de su jefe.

En el béisbol, el toque de sacrificio es una jugada donde el bateador tiene conciencia de quedar fuera, pero su objetivo es lograr que uno o dos compañeros logren avanzar a la siguiente base. En política, los sacrificios son jugadas estratégicas con el objetivo de aparentemente perder algo a cambio de ganar otra cosa, es decir, es un intercambio de posiciones donde a veces una presidencia municipal equivale a dos diputaciones, o la gubernatura equivale a tres presidencias municipales, en fin… Las estrategias -cuando existen- son jugadas maestras para mantener los famosos equilibrios políticos.

Cuando los equilibrios se pierden y el poder político reside en un sólo partido como pasó en su tiempo con el PRI, y ahora con MORENA; las minorías buscan alianzas hasta con sus enemigos políticos con el único objetivo de hacer contrapeso al partido en el poder.

En Sinaloa son tiempos de toques de sacrificio para los partidos minoritarios, las negociaciones serán como el billar francés o carambola, la habilidad o destreza de los dirigentes pondrán en la línea de salida a cuadros valiosos que estratégicamente quedarán en el camino mientras los recuperan por otras vías como las plurinominales o el intercambio de dos o tres por uno, en otras palabras -pierdo esto, pero recupero aquello-.

Sabedores de la suma aritmética de los opositores, las fórmulas tendrán que ser muy claras y los sacrificados conscientes de su papel, como seguramente en su tiempo lo supo el candidato presidencial del PRI José Antonio Meade.

En Sinaloa ¿Quién será el o la sacrificada? Los tiempos se acortan y el nerviosismo irrumpe en las tomas de decisiones, los líderes locales que guardan obediencia a los nacionales tienen más tensión cuando al mismo tiempo esperan la aprobación y apoyo del executivo.