Por David Uriarte /
Ante la realidad social lacerante, el pueblo está bajo la incertidumbre, la clase política y los burócratas tienen una visión a veces encontrada pero más pegada a los hechos que pronostican más desastre que bonanza.
Las virtudes de los famosos cuadros políticos se han convertido en plena desconfianza para gran parte del electorado, ven en ellos sed de beneficio personal, el altruismo se ha convertido en interés y la confianza es virtud opacada y despulida.
El currículo político de los aspirantes a cualquier cargo o responsabilidad surgida de las urnas, más que una ventaja se convierte en lastre, excepto que exista evidencia irrefutable de su trabajo en pro de la gente necesitada.
Por eso, ha llegado el momento de los líderes sociales, aquellos que han mostrado su interés por ayudar al prójimo desde su trinchera… Aquellos empresarios, profesionistas o ciudadanos que se han desprendido de su tiempo, dinero, esfuerzo, o bienes, para ayudar al desvalido, más en tiempos de pandemia.
Los líderes silenciosos cuyo ruido es el trabajo en favor del necesitado, aquellos que arriman comida al plato vacío, medicinas al enfermo, equipo de seguridad y protección a los médicos que están día a día luchando por prevenir o tratar la enfermedad del siglo, en fin, el verdadero liderazgo que se construye con los hechos y el silencio.
Dentro de poco, los partidos políticos voltearán a ver a estos líderes sociales, los invitarán a sumarse a sus filas y dar la cara por ellos. El fenómeno se tornará interesante, la gente quiere ver caras nuevas, pero sobre todo, intenciones distintas.
La pandemia es una prueba mundial a la solidaridad, a la buena voluntad, al verdadero liderazgo natural, al humanismo inherente de aquellos que buscan solo ayudar o representar y dar voz a los desvalidos.
Es probable que rostros y nombres desconocidos aparezcan en la marquesina de las invitaciones políticas, hombres y mujeres que simplemente les nace desde su vocación samaritana vienen trabajando desde siempre, pero por su cuenta, sin fines de o afanes protagónicos. Esos verdaderos líderes sociales seguro tendrán un espacio en las boletas electorales del 2021.