Por David Uriarte /
Todo está bien entre el Doctor Rocha y el Maestro Cuén, excepto un detalle: quieren que no se mueva de la silla de Secretario de Salud, “ya salió el peine…” dijeran los conocedores de los detalles o secretos de primera mano, entendiendo primera mano cualquiera de los dos protagonistas de la controversia mediática que inició el fin de semana pasado, justamente el día del médico.
El análisis arroja que el líder del PAS no es ave de jaula, es decir, su naturaleza campirana lo mantienen siempre en actividad fuera de las confortables oficinas, lo de Héctor Melesio Cuén Ojeda es el surco del trabajo, las comunidades, los lugares donde se gestan los problemas, por eso, se puede tambalear su nombramiento al frente de la Secretaría de Salud en Sinaloa.
Son muchas las tareas que le esperan a Cuén en caso de superar la pequeña o gran diferencia con el Doctor Rocha, una de ellas es el rezago administrativo con todo el personal de Salud, las homologaciones, el desabasto de medicinas, las condiciones precarias o difíciles con que operan los hospitales públicos; la cadena de procesos para asegurar la medicina preventiva eficaz, el control de la pandemia, un parque vehicular deteriorado por decir lo menos, y unas finanzas llenas de deudas con falta de liquidez.
Lo anterior no es el problema, Cuén supo cómo sortear los problemas financieros de la UAS, el problema es que lo dejen operar a su manera, si las cosas se dan y Cuén estira la mano como signo protocolario de aceptación de manejar la Salud Pública en Sinaloa, será porque negoció su manera de trabajar. En ese sentido, al día siguiente o a más tardar en una semana Cuén estará recorriendo todo el estado para conocer de cerca la realidad, o bien estará en la Ciudad de México buscando recursos y soluciones a los problemas de salud de los sinaloenses.
Cualquier cosa que suceda es buena, si el Doctor Rocha acepta las condiciones que propone Cuén, la idea es que gane Sinaloa y la Salud Pública, si Cuén no acepta sujetarse a las condiciones que le proponen también estaría bien, le dejarían el camino libre a Cuén para que siga construyendo o consolidando su destino político.