Por David Uriarte /

Para los que pensaban que el gobernador Rubén Rocha Moya no se animaba a mirar de frente y corregir a sus compañeros de gabinete o servidores públicos sin importar su nivel de responsabilidad, pues resulta que ya alzó la voz, fue claro y preciso al señalar que no tolerará actitudes prepotentes o malos tratos entre jefes y subordinados, fue claro al señalar categóricamente que si persisten en su actitud grosera y prepotente serán “corridos” de sus puestos.

Desde el inicio de su gobierno, Rocha Moya ha firmado altas y bajas, lo mismo invita a trabajar a personas de distintas filiaciones políticas, busca las mejores cartas para cada una de las áreas de responsabilidad, pero igual, es de “mecha corta”, es decir, no tolera que un servidor público ponga entredicho su administración.

Hace unos días los medios lo cuestionaron en relación con las declaraciones radicales de una directora que acababa de asumir su responsabilidad y no dejó contento a nadie con sus respuestas salpicadas de prepotencia, de ‘bote pronto’ el Gobernador contestó que de su parte corría que no sucediera lo que presumía la novel directora.

A este paso y con este ritmo, las estadísticas presagian que serán pocos los servidores públicos que terminarán sus funciones junto con titular del ejecutivo, mientras muchos empleados de confianza están debutando en el servicio público, el Gobernador arrastra experiencia en el gobierno por más de veinte años sin contar los años que trabajo en la UAS donde tuvo el privilegio de ser Rector.

Con la experiencia de manejar desde hace muchos años al recurso o factor humano, al gobernador Rocha no le tiembla la mano, menos cuando la trae -caliente-, para correr o remover a los empleados de confianza o de desconfianza.

‘Te lo digo Juana para que lo entiendas Chana’, es el mensaje del Gobernador cuando dice que no tolerará malos tratos o actitudes prepotentes entre los mismos compañeros de trabajo, y menos con la sociedad que busca un servicio o una orientación.

La lista de los servidores públicos que profieren malos tratos a sus compañeros y a la población a la que deben servir, la tiene el Gobernador en su escritorio y en su mente, es posible que antes que termine su primer año de gobierno las remociones sean significativas en número y en personas.

El privilegio de servir no se debe convertir en el privilegio de servirse y desprestigiarse.