Por David Uriarte /

Mientras muchos morenistas están al borde de una crisis convulsiva, otros lo toman con calma, y otros más ni se inmutan, esto, al darse cuenta de la estrategia de su partido, son muchas las estrategias de morena rumbo al 2024, una de ellas, es neutralizar, minimizar, y si es posible, revertir los posibles daños en términos de votos. Es decir, MORENA busca a como dé lugar asegura la Presidencia de la República, la mayoría de las 128 senadurías, la mayoría de las 500 diputaciones federales, la mayoría de las 9 gubernaturas incluida la Ciudad de México, la mayoría de los 31 congresos locales, la mayoría de los 1580 ayuntamientos, y la mayoría de las 16 alcaldías, y las 24 Juntas municipales.

Lo menos que puede hacer morena es asegurar su continuidad en el gobierno o régimen político como loe llama el presidente, para eso necesita inteligencia, estrategias que culminen en una votación copiosa, donde la mayor parte de las simpatías sean precisamente por morena.

Así como los padres batallan para hacer entender a los hijos cuando hacen berrinche por situaciones banales que no logran entender, así el Presidente batalla con muchos simpatizantes de su movimiento que no logran entender que no es declarando la guerra en contra de aquellos que ayer ostentaban el poder, es todo lo contrario, hay que sumarlos para tenerlos cerca, para aprovechar su capital político y el poder de convencimiento que aún conservan con una franja de la población votante.

Las pasiones se han desbordado en los estados donde la Coordinadora de la Cuarta Transformación y los gobernadores morenistas han levantado la mano a miembros distinguidos de otros partidos, en Culiacán esto provocó una rechifla producto de la inconformidad de los que se sienten hijos legítimos de MORENA, en esta analogía, los hijos bastardos tendrán que tragarse las manifestaciones de rechazo y en algunos casos de franca animadversión a estas piezas políticamente estratégicas.

El departamento de inteligencia de MORENA, por llamarle de alguna manera, tiene los antecedentes de todas las piezas que invita o acepta para sumarlos a su proyecto y para debilitar a otros partidos.

Si no suma que no resten, es el objetivo de la estrategia de morena al aceptar en sus filas a distinguidos políticos y personajes de la vida social, líderes que de alguna manera pueden marcar tendencia, aunque a muchos no les guste la estrategia.