Por David Uriarte /
La oposición, no importa su tamaño, pero es la oposición. Desde el momento que la Presidenta Sheinbaum dijo en su conferencia mañanera de ayer: “Convoco a una asamblea informativa en el Zócalo de la Ciudad de México, el próximo domingo a las doce del día, para compartir las acciones que emprenderemos, y entre todos, afrontar juntos este desafío; orgullosamente somos un país libre, independiente y soberano, estoy segura que juntos y juntas, saldremos adelante”, desde ese momento, líderes opositores de partidos políticos, diputados locales, federales, y senadores, empezaron a manifestarse en contra.
Muchos aseguran que la oposición no pinta en el escenario político, sin embargo, hay que recordar la importancia de la economía en México, la postura del Presidente Trump, más que intimidatoria, es demoledora si se llega a concretar, imponer aranceles tan altos, sólo presagia un desastre económico y una descomposición en la frágil relación bilateral.
A pesar de la solidaridad de otros países como Canadá con México, entrar en conflicto con Estados Unidos no es redituable en ningún sentido, ellos invocan la seguridad y la salud pública, variables lastimadas según ellos por los carteles mexicanos, su grado de violencia, y su tráfico de drogas, principalmente el fentanilo.
A pesar del trabajo presentado por México, los criminales extraditados o enviados, el blindaje de la zona fronteriza con elementos de la Guardia Nacional, la disminución de la droga que pasa a los Estados Unidos, el número importante de laboratorios de drogas sintéticas que han sido destruidos, los criminales abatidos, y muchos más detenidos… A pesar de los resultados y las evidencias del trabajo, el Presidente Trump, insiste en la imposición de aranceles por la supuesta inseguridad y drogadicción que viven los estadounidenses por culpa de los cárteles mexicanos.
No conforme con elevar a rango de terroristas a seis cárteles mexicanos, y con esto darse el derecho de intervenir en tierras ajenas, el Presidente Trump, va por todo, de plano quiere el control de México y los mexicanos.
El discurso de la soberanía empieza a empañarse con las acciones inconstitucionales que pretende hacer el Presidente Trump, si a esto se le suman las peleas por el reflector, es decir, el protagonismo de la oposición por empañar a la Presidenta, a dónde vamos a parar.