Por David Uriarte /

Los temas complejos como la violencia, necesitan contextualizarse, es decir, la postura ideológica y romántica de que la violencia se combate con amor o con abrazos, está más que rebasada por la realidad; el cáncer no se trata con buenas intenciones, las deudas no se pagan con promesas, y la violencia no se erradica con cárceles.

Algo difícil de entender y aceptar por una madre o un padre que recibe el diagnóstico de un trastorno del neurodesarrollo de su hijo como una discapacidad intelectual, se convierte en el motor y la motivación para buscar la funcionalidad y adaptación de su hijo, sin embargo, es una frustración evidente a las expectativas de cualquier familia.

El ejemplo anterior es suficiente para entender que hay condiciones físicas que no se van a superar con atención y buen trato, se pueden contener con tratamientos específicos prescritos por los expertos.

El tema de la violencia en cualquiera de sus expresiones y resultados, cuando es producto de un cerebro enfermo, requiere diagnóstico oportuno y preciso con un tratamiento que puede ser farmacológico y psicológico.

Si los candidatos siguen creyendo, como algunos gobernantes que piensan que las luminarias LED son la solución para bajar el indicie de violencia, o alguna mente privilegiada les vende la idea de tapizar de cámaras de videovigilacia la ciudad, o aumentar el número de patrullas y elementos de seguridad… entonces los resultados serán los mismo que se tienen hasta hoy.

La materia prima que hay que trabajar es la conducta disruptiva de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, aquellos cerebros donde predomina la parte primitiva, reptiliana y mamífera.

La neurociencia ha demostrado dos cosas muy claras: el aprendizaje y la función, es decir, el niño que no aprende a socializar por ejemplo, algo le pasa a la función cerebral, a la parte biológica.

Las personas violentas con instinto homicida, no es que no se hayan aprendido el padre nuestro, es que la corteza prefrontal no les funciona por inmadura o por cualquier otra condición biológica.

El nuevo gobernante de Sinaloa tendrá que poner atención en la ciencia como parte de su política social.