David Uriarte /
La suma de voluntades confecciona la realidad: social, familiar, de pareja y personal.
Los países expresan lo que son a través de la suma de voluntades. Los países más bélicos o los países más pacíficos lo son gracias a la suma de voluntades.
Cuando las voluntades confluyen en un sólo propósito, las personas se agrupan de manera natural, buscan lo mismo y fortalecen una hermandad sólida que trasciende a su familia en la conciencia y a la sociedad en los hechos.
Los deportistas se encuentran en los mismos lugares, buscan lo mismo y se entienden sin hablar. Saben lo que quieren, asumen conductas que disfrutan, mientras otras personas los pueden criticar o simplemente no entender.
Los intelectuales de la lectura también son la suma de voluntades; se pierden en la pasión de las letras, pueden amanecer y anochecer inmersos en la imaginación que los lleva por recorridos del pasado, del presente y del futuro. Su capacidad de abstracción los conduce por un camino donde el tiempo se difumina y la mente se recrea. Por eso les gusta leer, y aunque no necesariamente se agrupan en un espacio, hacen una comunidad que se entiende y confluye en la suma de voluntades.
Los artistas también son la suma de una voluntad común. Su giro puede ser distinto, pero el fin último es el mismo: su realización a través del arte. Así trascienden en su vida, así quieren vivir, así quieren ser recordados, y así se pasan la vida.
Se puede enumerar una serie de grupos donde todos tenemos un lugar, incluyendo a aquellos que no les gusta trabajar o producir. Por eso, la suma de voluntades identifica a los iguales y se construyen en pares que hacen comunidad, se entienden y, eventualmente, compiten por obtener lo mismo como recompensa de su voluntad.
De esta manera, se puede entender la suma de voluntades de los criminales, los delincuentes, los de las conductas sociopáticas que lastiman a la sociedad. Así como los científicos se juntan en bloques, a pesar de tener ideas distintas u opuestas, así también lo hacen los criminales para retozar en el patio de sus deseos comunes.
La suma de voluntades criminales tiene al país como lo tiene: en un estado de sufrimiento de las familias víctimas del delito, en un estado de malestar a la sociedad víctima de los daños colaterales, incluyendo temas como la economía, la salud y, por supuesto, la inseguridad y la violencia.
Suma de voluntades.