Con una victoria 3-2 sobre los Charros de Jalisco, los Tomateros se acercan al título impulsados por el fervor de su afición que abarrotó la casa de los guindas
Con un estadio abarrotado hasta el último rincón por familias sinaloenses y fervientes amantes del béisbol, los Tomateros de Culiacán y los Charros de Jalisco protagonizaron un emocionante Juego 1 de la gran final de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico.
Con un marcador de 3-2 a favor de los Tomateros, el equipo local dejó claro su dominio en el diamante y en las gradas, con el inquebrantable apoyo de la afición culichi que impulsó al equipo guinda a dar ese extra necesario en este primer capítulo de la serie. Los charros de Jalisco no dejaron de intentarlo hasta el out 27, demostrando el poderío que los llevó hasta la gran final.
LA CRÓNICA
La ofensiva guinda comenzó a marcar territorio en la segunda entrada. Dwight Smith Jr. demostró paciencia en el plato al conseguir un pasaporte. César Mendoza conectó un contundente doblete al jardín derecho que envió a Smith Jr. directo al plato, desatando la euforia en las gradas. El marcador se colocó 1-0 a favor de los locales.
La ofensiva no se detuvo. En el quinto episodio, Ramón Ríos aprovechó un sencillo al cuadro para embasarse, preparando el escenario para Esteban Quiroz. El “Pony” conectó un doble descomunal que trajo a Ríos al plato, ampliando la ventaja a 2-0.
Culiacán mostró su capacidad para capitalizar errores rivales en la sexta. Dwight Smith Jr. volvía a ser protagonista al conectar sencillo al jardín derecho y robarse la intermedia con gran habilidad.
Un error del parador en corto de los Charros permitió que Luis Verdugo llegara a salvo a la inicial y que Smith Jr. avanzara a tercera. Ildefonso Ruiz III tomó el turno decisivo y con un sencillo productor al jardín izquierdo empujó la tercera carrera para los Tomateros, poniendo el marcador 3-0.
Los Charros reaccionaron en el octavo episodio. Donovan Casey y Japhet Amador conectaron imparables consecutivos. Billy Hamilton con un doblete remolcador llevó al plato a Casey y Amador, cerrando la brecha en el marcador 3-2 y poniendo tensión en el ambiente.
Stephen Nogosek ingresó en la octava con dos outs y retiró cuatro bateadores en línea, además que finalizó el encuentro con ponche a Jack Mayfield para el out 27 que selló la victoria.
El abridor guinda, Odrisamer Despaigne, demostró por qué es uno de los brazos más confiables en el circuito. A pesar de permitir algunos imparables en las primeras entradas, el cubano ajustó magistralmente y dominó a 11 bateadores en fila. Su labor monticular fue clave: lanzó siete entradas y un tercio, permitió cinco hits, dos carreras limpias, recetó seis ponches y otorgó solo una base por bolas.
Sasagi Sánchez y Nogosek se encargaron de terminar el duelo.
Culiacán se consagra, una vez más, como la cuna del béisbol invernal, viviendo una noche mágica que hizo latir los corazones de 20 mil almas al ritmo del deporte y la música de banda. Mañana se espera nuevamente un partido del más alto nivel, en el segundo juego de la serie final ¡El béisbol se vive con pasión y orgullo en la capital sinaloense!