La alimentación, sin duda, es la columna vertebral del bienestar, y hoy en día con la pandemia de COVID-19 se debe tener en claro que con una buena nutrición se puede llevar salud al organismo, ya que cuando esta es decadente solo sumamos factores negativos que agravan las enfermedades, consideró Marcela de Jesús Vergara Jiménez, nutrióloga de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

Al participar como ponente dentro de la Jornada de Prevención y Calidad de Vida en tiempos de Covid, que lleva a cabo Bienestar Universitario para trabajadores administrativos, la especialista indicó que es prioridad tener fortalecido el sistema inmune, el cual se logra comiendo con equilibrio, en donde se dejen de lado esos esquemas de alimentación descontrolada en los que prevalecen las bebidas azucaradas, snacks, comidas rápidas y productos precocinados, entre otros, que solo dañan el organismo.

“Hoy por hoy sabemos que se ha subestimado la importancia de comer sano, ya que se dice que es carísimo, pero más cara es la enfermedad (…) Entonces si nosotros podemos trabajar en el control a través de nuestro estilo de vida, es una buena idea”, recalcó.

La también directora de la Facultad de Ciencias de la Nutrición y Gastronomía de la UAS manifestó que otros elementos que se deben añadir en nuestro día a día y que general bienestar es el consumo de vitaminas como la A, C, E y D, las cuales se encuentran en diferentes alimentos, además de que reconoció que es necesaria la práctica de ejercicio y beber agua simple.

“Es muy importante tomar agua simple, mínimamente necesitas 25 mililitros por cada kilogramo de peso, cuando estás en reposo. Haz tu propio cálculo de cuánto pesas, multiplícalo por 25 y es lo que necesitas de agua, después vamos agregándole mayor porcentaje dependiendo si se está en actividad física, si se está en temperaturas muy elevadas, todo esto se debe considerar”, apuntó.

Vergara Jiménez en su exposición también tocó el tema de cuándo se debe utilizar vitamínicos, suplementos que en la actualidad son bastante socorridos por la población en la idea de proteger el organismo.

“Tenemos que analizar el cuadro clínico de la persona, la dieta, la condición en la que se encuentra y a partir de eso tendríamos que ver si es conveniente o no, si es necesario o no los multivitamínicos”, enfatizó.

Para cerrar su charla, en la cual también permaneció atenta la maestra en ciencias Sofía Angulo de Madueña, la nutrióloga reiteró la invitación a comer saludable, a ponerle al cuerpo “gasolina buena”, en donde el plato que se pone en la mesa esté compuesto en una cuarta parte de legumbres y/o féculas, otra cuarta parte de alimentos ricos en proteínas y el resto, es decir, la mitad del plato esté servida de verduras.