Por David Uriarte /

Lo que quieren escuchar muchas personas, son noticias propositivas, avances científicos y tecnológicos, descubrimientos de nuevos tratamientos para enfermedades hasta hoy incurables, quieren saber quienes son los nuevos conquistadores de las medallas en los juegos olímpicos, necesitan fortalecer los ánimos con información relativa a la paz y el bienestar social.

Por otra parte, existe un segmento de la población sedienta de información amarillista, de la nota roja, de noticias sobre el narcotráfico y el crimen organizado, informes de balaceras y masacres, desaparecidos, levantados, accidentes, fenómenos naturales que diezman la población, quieren notas de tragedias, agresiones y violencia.

Que existan estos dos grupos de receptores de la información es natural, sin tomar en cuenta aquel grupo de personas que no sienten la necesidad de estar informados, excepto de los temas específicos de sus negocios, aficiones o pasatiempo, lo que no se puede tomar como natural, son las fuentes informativas, los medios por los cuales se dispersan o atomiza la información, ya sean los medios tradicionales de prensa, radio y televisión, y ahora las redes sociales, portales y plataformas digitales donde se puede encontrar prácticamente cualquier noticia mundial al instante, estos instrumentos forman parte de un negocio de la industria de la información.

Al regionalizar el tema de las noticias que opacan a otras noticias, la detención de los más buscados por las agencias como la DEA, el FBI, o la CIA, brillan de tal manera que opacan notas de los medallistas olímpicos, la aparición de nuevas variantes del virus SARS COV2, la llegada de nuevas vacunas contra el Herpes, y una serie de aportaciones en materia de medicina preventiva y curativa.

La penetración y cobertura de los medios informativos digitales, se mide por el número de visitantes a las plataformas, el número de seguidores, y las veces que se comparte la información, la facilidad de los dispositivos electrónicos como los teléfonos inteligentes, tabletas, laptops, y computadoras de escritorio, son instrumentos que facilitan el acceso a la información de manera cómoda, sólo superada por la radio como un dispositivo amigable que se dispone de manera económica, accesible, y portátil.

Las noticias que opacan a otras noticias, tienen un grado de espectacularidad de tal manera que superan las expectativas, incluso, de aquellos enemigos de la nota roja o policíaca, es parte de la cultura del que compra, y del que vende.