Por David Uriarte /

Se puede resumir que la vocación: es aquello que gusta y apasiona; habilidad: la capacidad para hacer bien algo al margen de que guste o apasione. En el terreno de la política, se puede tener vocación sin habilidad o habilidad sin vocación.

Aquellos que tienen vocación sin habilidad, tienen que trabajar primero para reconocer que son malos o limitados en el ejercicio de su vocación; quienes son hábiles en la política, pero no tienen vocación, su papel brilla en la asesoría o la consejería.

Un político que aspira pasar a la historia como buen gobernante o buen representante, tienen que sentir lo que hace como parte de su vida no como parte de su trabajo. Si además de tener vocación es hábil, se convierte en artista de la política, es decir, una persona que brilla por su forma de ser, una persona que disfruta lo que hace y lo hace bien, entendiendo por bien la capacidad de respetar las diferencias propias de su actividad sin descuidar sus objetivos ideológicos o partidistas.

El escenario político nacional muestra una serie de artistas de primer nivel, el reparto da para todo… desde aquellos que hacen bulto, los que tienen una o dos participaciones en la obra, y aquellos cuyo papel es protagónico o antagónico.

Al regionalizar la puesta en escena de la obra política, pasa lo mismo, en Sinaloa hay políticos con mucha vocación y mucha habilidad, sólo basta revisar la historia reciente.

Sinaloa también tiene políticos sin vocación y sin habilidad, el catálogo es amplio y nutrido, los hay también con vocación y sin habilidad y con habilidad y sin vocación; son cuatro espacios, segmentos, o grupos de políticos: con vocación y con habilidad, sin vocación y sin habilidad, con vocación y sin habilidad, y sin vocación y con habilidad.

Al conocer los segmentos o categorías, ahora sólo hay que recordar el nombre de un político sinaloense y ponerlo en el compartimento que le corresponde, según la percepción particular o individual ¿Cuál sería el nicho del gobernador, los presidentes municipales, los diputados locales, federales y senadores, y cada uno de los servidores públicos cuyo trabajo es eminentemente político?

Puede ser que los políticos con vocación y habilidad no sean ‘santos de la devoción’ de muchos, sin embargo, sólo hay que ver su trayectoria, su lugar actual en la política, o el recuerdo de aquellos que están en el retiro.

Rocha, Quirino, MALOVA, Aguilar, y Millán, ¿Qué segmento ocupan?