Toma nota de estos consejos y aprovecha al máximo tus momentos de descanso para que, al regresar a tu trabajo, seas más creativo que nunca.

1. Establece reglas. Si quieres que tu músculo creativo descanse necesitas soltarte por completo. Establece un horario, de preferencia 24 horas, y comprométete a alejarte por completo. Eso significa sin llamadas, sin emails, ni lecturas del trabajo. Sé que es pedir mucho pero si quieres que tu cerebro se recargue de verdad, necesitas apartarte.

2. Planea con tiempo. Termina el trabajo que no pueda esperar. Habla con la gente alrededor tuyo y diles tu plan. Pon un mensaje de voz automático en tu email y contestadora. Piensa en todo lo que podrás juntar en tu mente mientras disfrutas de tu tiempo libre y protejas proactivamente de ello.

3. Envuélvete en otra cosa. Si quieres alejarte del trabajo entonces adopta otra actividad. Hace mucho estudié karate. Se me hizo invaluable porque requería mucha atención, física y mental. Mi compromiso total con el karate permitió la retirada estratégica del trabajo. Escoge algo que ocupe tu mente (o hasta tu cuerpo). ¡Si ese “algo” es tu familia mucho mejor!

4. Piensa en un mantra. Tu mente invariablemente tratará de regresar al trabajo. No te tortures. Sólo desarrolla una declaración mental: “No voy allí – me voy” No te detengas para escribir ideas. No hagas trampa. Enfoca tu atención en otro lado y continúa con tu tiempo libre.

5. Prepárate para el regreso. Déjame decirte la parte bonita de la historia. Cuando regreses después de ese descanso, ¡volverás más fuerte!
Cuando me tomo todo un fin de semana libre soy el mejor el lunes por la mañana. Mi equipo me mira con una expresión de “¿Y a ti qué te picó?” Soy más creativo los lunes cuando mi cerebro disfrutó de un fin de semana libre de trabajo. Prepárate para ser el más productivo.